Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2054

El dragón dorado lanzó un rugido furioso mientras se elevaba en el aire. En un abrir y cerrar de ojos, el polvo dorado se desvaneció mientras el aura del dragón en el interior de Wilbur se volvía loco. Wilbur sintió que le habían consumido toda su energía, cayó desde el aire y aterrizó en el suelo con el cuerpo paralizado.

Wilbur miró los pedazos del cuerpo del Rey Sombra. El aura del dragón se estaba alimentando de ellos, convirtiéndolos en polvo dorado antes de desaparecer por completo. Los restos del cuerpo negro seguían luchando, y el puño roto del Rey Sombra incluso se cerró, pero se desvaneció rápidamente en el aire.

Wilbur pudo sentir que la energía que pertenecía al Rey Sombra se desvanecía rápidamente, al igual que el extenso Dominio de la Espada Sagrada. El escudo blanco de luz también desapareció, y todo lo que se veía era un mar infinito.

Wilbur miró hacia abajo. Antes de que desapareciera la luz blanca bajo sus pies, se subió a un barco de carga. El primer caldero de dragón estaba frente a él mientras Wilbur se esforzaba por canalizar toda el aura de dragón que había fuera de su cuerpo hacia el caldero antes de caer al suelo una vez más.

"¡Señor Penn!".

Tracius se acercó rápidamente con Haron y Motlon, rodeando a Wilbur y preguntándole cómo estaba.

"¿Se encuentra bien, señor Penn?".

"Estoy muy bien. Ya todo ha terminado".

En ese momento, Haron se puso nervioso. "Señor Penn, ¿nuestro acuerdo de antes aún sigue siendo válido?".

"Por supuesto. Te hice una promesa y la cumpliré".

Después de descansar un rato, Wilbur se puso en pie. Haron llevó a Wilbur a inspeccionar las veinte mil piezas de jade que habían preparado. Todas las piezas eran de jade antiguo y emanaban un leve olor a pescado similar al del océano. Este olor era reconocible solo para los cultivadores, un indicador de que la calidad de estas piezas de jade era la misma que la de las dos piezas que Molton le había dado antes a Wilbur. De hecho, algunas de las veinte mil piezas incluso eran de mejor calidad.

Wilbur no perdió el tiempo, pidió la cuenta bancaria de Molton y realizó una llamada para que le transfirieran trescientos millones de dólares.