Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2098

"Muy bien, ya que te estás arrodillando e inclinando ante mí, te perdonaré esta vez. Sin embargo, espero que la enemistad entre los tritones y la raza humana termine aquí. En cuanto a esta mujer, me la llevaré conmigo ahora. ¿Tienes alguna queja?".

Los tritones se miraron y asintieron. El sacerdote tritón dijo: "Los tritones estamos dispuestos a seguir las enseñanzas del gran dragón".

"Muy bien, entonces todos ustedes pueden irse. Consigue que alguien abra las puertas delantera y trasera de la iglesia. Ahora, me llevaré a Jenny conmigo".

"Sí, gran dragón".

Los tritones salieron rápidamente de la iglesia a través del agujero de arriba. Pronto, se escuchó un ruido retumbante desde afuera cuando las dos grandes puertas de hierro en la parte delantera y trasera de la iglesia se abrieron de nuevo. Docenas de tritón estaban fuera, arrodillados respetuosamente en el suelo por ambos lados.

"Adiós, gran dragón".

"Ya basta, ya pueden levantarse".

Wilbur se sintió algo culpable al ver a los tritones tan educados. Dijo: "A partir de hoy, el conflicto entre los tritones y la raza humana termina aquí. Tanto la raza humana como los tritones deberán empezar una nueva vida".

"Gracias, gran dragón".

Wilbur sostuvo a Jenny y nadó hacia el lago. En ese momento, Wilbur sintió que había alguien detrás de él con un arpón. Lo esquivó rápidamente y luego varios arpones más se dirigieron hacia él. Wilbur se apresuró a esquivarlos y luego utilizó el poder de la luz para crear una burbuja que sujetara a Jenny, dejándola flotar hacia la superficie del lago.

Al darse la vuelta, Wilbur utilizó la cuchilla de trueno que tenía en la mano para desviar un arpón que volaba hacia él. Al levantar la vista, vio que decenas de tritones salían en manada y lo rodeaban. El sacerdote tritón tenía un arpón en la mano y dijo fríamente: "¿De verdad pensabas que te íbamos a dejar marchar? ¡Ataquen!".

Wilbur controló al dragón para atacar a los tritones. Los tritones fueron arrastrados por el aura del dragón y sus cuerpos se hicieron pedazos rápidamente. En un instante, docenas de tritones murieron y solo quedaba el sacerdote tritón.

"¿Qué? ¡Humano despreciable! ¡Ya verás!".

El sacerdote tritón se dio la vuelta para escapar, pero Wilbur controló al dragón para que atacara hacia él. La cabeza del dragón atravesó el pecho del sacerdote tritón, solo para darse cuenta de que cuando Wilbur intentó sacar su cuerpo, este estaba clavado en el pecho del sacerdote tritón.

"El sacerdote tritón se rio mientras se limpiaba la sangre de la comisura de los labios y miraba a Wilbur con una mirada feroz, diciendo fríamente: "Ya que quieres darme esa aura de dragón, lo aceptaré. Lo único que me preocupa es que no te guste".

Wilbur conjuró en silencio un hechizo y formó sellos con las manos. Al momento siguiente, una luz dorada se formó sobre la cabeza de Wilbur. Se fusionó en una perla dorada y se dirigió hacia el sacerdote tritón.