Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2134

Wilbur se sorprendió porque nunca había vivido ahí, pero parecía que las personas que venían a Ciudad Anderson a lo largo de los años eran principalmente las que alguna vez habían vivido ahí.

Wilbur respondió: "Así es, pero hay algo que me da curiosidad. Además de las personas que solían vivir aquí, ¿nadie más ha venido a visitar?".

La señora se encogió de hombros y respondió: "Durante los últimos diez años, muchas personas han venido a Ciudad Anderson, pero todos eran viejos residentes que regresaban para revivir sus recuerdos. Aparte de eso, nadie más viene aquí. Después de todo, Ciudad Anderson es un lugar remoto que es fácil de olvidar".

"¿Un lugar fácil de olvidar?".

Wilbur reflexionó mientras regresaba a su habitación, repitiendo sus palabras en su mente.

Si todo lo que ella dijo era cierto, ¿por qué Fremont usaba cobre de la Mina Ezekiel?

Además, Wilbur había investigado en línea y descubrió que muchas minas de cobre cerradas en todo el mundo se habían convertido en atracciones turísticas.

Estos lugares atraían a numerosos visitantes cada año y los guías contaban su rica historia.

Sin embargo, la Mina Ezequiel pareció tener un final diferente.

Si la Mina Ezequiel estaba destinada a ser olvidada, el duro trabajo y el sudor de quienes ahí trabajaban también pasarían desapercibidos.

Este lugar acabaría siendo pasado por alto y solo aparecería en la sección de "artículos relacionadas" de Internet, sin que nadie lo recordara realmente.

Sin embargo, con millones de entradas de este tipo en línea, ¿quién prestaría especial atención a la Mina Ezequiel?

Un lugar donde la gente se sacrificaba en silencio y finalmente era olvidada tenía algo en común con los dragones legendarios.

Pocos han visto dragones reales, pero eran más preciosos que cualquier otra criatura.

En los doce animales del zodíaco tradicionales de Dasha, solo el dragón permanecía oculto y místico.

Wilbur por fin entendió lo que Fremont intentaba enseñarle.

Si bien las garras del dragón eran fuertes, no serían poderosas si el dragón en sí era débil.

Lo mismo ocurrió con el cultivo.

Fremont dio a entender que el aura del dragón variaba y que dominarla era más complejo de lo que había imaginado.

Después de una noche de descanso, Wilbur visitó la Mina Ezekiel cerrada al día siguiente.

Al mirar la entrada enrejada, imaginó a los sudorosos trabajadores Dasha trabajando duro en el interior.

De repente, notó que el Primer Caldero flotaba en el aire como si respondiera a una fuerza invisible, girando lentamente en el aire.