Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2146

Raymond se cubrió la cara y dijo aterrorizado: "Lo siento, señor, nunca pensé que fuera capaz de sobrevivir. El Árbol Oscuro puede devorar todo, hasta las almas de los cultivadores, pero no esperaba que ese tipo saliera vivo de la mina".

Tras respirar profundamente unas cuantas veces, Raymond continuó: "No se preocupe, maestro Barker. Hasta donde yo sé, ese tal Wilbur aceptó ayudar a los habitantes de la ciudad. Hoy planea entrar en la mina Ezekiel y matar el Árbol Oscuro en su nombre. ¿Cree que puede matar al Árbol Oscuro por sí mismo? Eso es un deseo de muerte. Creo que no tenemos que preocuparnos por él en lo más mínimo. Solo necesitamos esperar tranquilamente, y pronto tendremos los resultados".

"Esperemos que así sea. Muy bien, Raymond, puedes irte".

"Sí, Maestro Barker".

Cuando Raymond salió del sótano y la puerta se cerró detrás de él, una figura salió desde las sombras. Estaba hecha de un líquido negro. El ser habló con calma: "Raymond es cada vez más inútil. ¿Por qué simplemente no lo mato?".

Barker dijo: "Déjalo vivir para que se encargue de las tareas mundanas. Mi señor, no tiene por qué preocuparse. Esto es solo un pequeño contratiempo. Aunque el mismo Fremont estuviera aquí, con el poder del Árbol Oscuro, matarlo sería tan fácil como aplastar una hormiga".

Esto quería decir que, aunque Barker ayudó a Adam, con el tiempo podría convertirse en su presa y ser devorado por él. Al principio, Barker pensaba que poseer la semilla del Árbol Oscuro era poseer su poder, pero parecía que eso tenía tanto ventajas como desventajas. Aunque Barker había prolongado su vida mil años utilizando magia oscura, el contrato de almas se estaba convirtiendo en una trampa que, a la larga, lo llevaría a la perdición si no lo solucionaba a tiempo.

Barker llevaba mil años angustiado por su derrota ante Fremont. Anhelaba matar a Fremont. Sin embargo, Fremont nunca había regresado a la ciudad de Anderson en todo este tiempo, lo que prolongó el resentimiento de Barker.

Ahora, después de mil años, el contrato de alma con Adam se estaba convirtiendo en una atadura que consumía el alma de Barker. Barker podía morir y desvanecerse, pero nunca volvería a permitir que nadie fuera más inteligente que él. A lo largo del milenio, Barker se había vuelto indiferente a muchas cosas, incluida la vida misma. Después de todo, mil años era tiempo más que suficiente para diez vidas humanas. A través de este largo camino, Barker había llegado a valorar su dignidad y orgullo por encima de todo.