Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2148

"Aquellos que una vez fueron pecadores se enfrentarán al castigo de forma inevitable y serán condenados a lo largo de la historia, dejando atrás la infamia durante milenios. Sin embargo, otros son inocentes, así que no deben ser involucrados”.

En el acantilado, el enorme rostro de la mujer miraba amablemente a Wilbur. Después de un momento, dijo: "Realmente eres una persona amable. Parece que la elección del Niño de la Luz no estuvo equivocada. Puedes irte. Te prometo que, a partir de ahora, no volveré a hacerles daño a los habitantes de Ciudad Anderson".

"Espero que cumplas tu palabra".

"Por supuesto”.

"Una cosa más, ¿sabes algo acerca de la leyenda del clan del dragón?".

"¿El clan del dragón? ¿Estás buscando los secretos del clan del dragón? Perdona, pero no sé nada al respecto".

"Entonces, ¿qué hay del aura de dragón en esta mina?".

“¿Aura de dragón? No sé de qué me hablas".

Wilbur se dio cuenta enseguida de que el aura de dragón era difícil de alcanzar. Cuando Fremont utilizó el mineral de cobre de la Mina Ezekiel para fabricar los Nueve Calderos de Dragón, su intención era transformar el espíritu resistente de los trabajadores de la Mina Ezekiel en el aura de dragón del caldero.

Esto era algo que alguien que no entendiera el aura de dragón no sabría, especialmente porque esta criatura femenina no era una humana. Por eso, ella no podía entender lo que Wilbur estaba diciendo.

Wilbur creía que esta criatura podría ser similar al virus llamado David, que fue desarrollado en colaboración por la séptima civilización de la Tierra y los alienígenas que vivían en el cuerpo de Damon. Ella pudo ser el producto de una colaboración entre una antigua civilización en la Tierra y alienígenas de una era pasada.

Desde que conoció a David, Wilbur ya no dudaba de ciertas cosas. Al fin y al cabo, la Tierra llevaba existiendo más de cuatro billones de años, y era fácil entender la aparición de civilizaciones poderosas en este tiempo.

Había demasiadas cosas desconocidas en este mundo, y lo que Wilbur podía hacer era respetar estas existencias y mantener una distancia adecuada con ellos.

La mujer miró al hombre y dijo: "Adam, llegué a un acuerdo con el señor Wilbur. A partir de ahora, no puedes molestarlo".

"¿Por qué?".

Adam fulminó con la mirada y maldijo: "No es más que un humano ridículo, ¿acaso tiene derecho a negociar con nosotros?".

"Adam, recuerda que no podemos intervenir en el destino de la humanidad. De lo contrario, los seres de la dimensión intermedia nos castigarían".

"Madre, en esta mina oscura, nadie lo podrá descubrir aunque matemos a Wilbur. La presencia de este tipo interrumpe mis planes".

"¿Tus planes? ¿Sabes que ambos seremos castigados si los seres de la dimensión superior se enteran de que devoraste las almas de esas personas?".