Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2177

"Puedo decirte dónde están las ocho piezas restantes del noveno caldero, pero necesito que mates a alguien por mí a cambio".

"¿Ayudarte a matar a alguien? ¿A quién?".

"Buck, el dueño de la Mina Tuttle".

Wilbur estaba confundido. "¿Buck? ¿Quieres que lo mate?".

"Así es".

La mujer líquida se giró para mirar a Wilbur. "La verdad es que sé que hay más pensamientos malvados en este mundo que buenos. El aura de oscuridad dominó a la de luz, pero esas auras pueden estar ocultas en esta mina. Le rogué a Buck que dejara que Adam se quedara en la mina por un tiempo, solo para que pudiera escapar de su trágico destino. Sin embargo, Buck me lo negó. Al final, Adam se volvió salvaje, lo que llevó a todo lo que sucedió entre nosotros. ¿Qué clase de mamá no amaría a su hijo? Si bien es cierto que mataste a Adam, sé que no tienes la culpa. Honestamente, ya no siento odio hacia ti. Es a Buck a quien le guardo rencor".

Había un brillo asesino en sus ojos cuando mencionó el nombre de Buck.

"Si Buck hubiera estado dispuesto a darle una oportunidad a Adam, nada de esto habría pasado. Buck destruyó a Adam y me destruyó a mí. Lo quiero muerto. A cambio de eso, puedo decirte dónde están el resto de las piezas del Caldero de los Nueve Dragones".

Wilbur se quedó en silencio, su mente acelerada y luchando por un rato. Al final, miró a la mujer líquida con frialdad. "Lo siento, pero no puedo ayudarte".

"¿Por qué no? ¿No quieres conseguir el noveno caldero de dragón?".

"Por supuesto que sí, pero le prometí al Señor Fremont que solo obtendría los calderos de dragón si me los daban voluntariamente, lo que quiere decir que tengo que buscarlos por mi cuenta y no puedo usar ningún otro método".

En ese caso, Wilbur solo tendría que dirigirse a donde los niveles de humedad eran más bajos, y podría salir de la mina. Ante ese pensamiento, liberó su aura de dragón para sentir el aire a su alrededor antes de elegir el camino con el nivel de humedad más bajo.

Esta vez, Wilbur solo tardó un poco más de diez minutos en ver la luz frente a él. Sonrió y aceleró sus pasos mientras salía de la mina.

El sol brillaba fuera de la mina y el guardia que vigilaba la entrada le sonrió a Wilbur antes de tomar el saco en sus manos y ponerlo en una balanza. La balanza marcaba ciento noventa y ocho kilogramos y el guardia asintió. "Está bien, puedes llevártelo contigo".

"Gracias".

Wilbur asintió y estaba a punto de irse con el mineral cuando Buck se acercó con dos de sus hombres. "¡Es realmente impresionante que hayas logrado salir de la mina tan pronto! Entonces, ¿obtuviste tu mineral?".