Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 218

Un rato después, Dorson, el hombre que casi había estrangulado a Chloe hasta matarla aquella noche en el club privado, entró en la oficina de Jordan con el rostro inexpresivo.

Jordan se reclinó en su silla, mirando a Dorson. "Dorson, ¿cuánto tiempo lleva trabajando para mí?".

"Cuatro años, señor Pavian".

"Así que han pasado cuatro años". Jordan murmuró para sí. "Bueno, ahora tengo problemas, y la empresa también. Voy a necesitar su ayuda".

"Haré cualquier cosa por usted, señor Pavian".

"Asegúrate de que Telford Gills esté muerto. Probablemente esté detenido ahora mismo y aún no en la cárcel. No debería ser muy difícil para ti eliminarlo". Jordan dijo fríamente.

"Entendido. Iré esta noche".

"De acuerdo. Gracias, Dorson".

"¿Algo más, señor Pavian?".

"No por el momento. Recibirás un millón de dólares y un mes sin trabajar cuando esto termine".

"Gracias, señor Pavian".

Dorson se inclinó en señal de agradecimiento y se marchó.

Jordan soltó un largo suspiro, pero mantuvo las cejas fruncidas.

Primero debía ocuparse de Telford y luego de Sherry.

Si el asesinato de Telford fracasaba, de todos modos no tendría sentido matar a Sherry. Con Telford cerca, no valía la pena matar a Sherry. Después de todo, el asesinato era un delito muy grave.

Dorson salió de la oficina de Jordan. Tomó el ascensor hasta el último piso, donde estaba la oficina de Kim. Le dijo a la secretaría de Kim: "Necesito ver a la señorita Jenkins".

La secretaria miró a Dorson. Pulsó un botón del intercomunicador. "Srta. Jenkins, Dorson está aquí para verla".

"Que pase".

La secretaria se levantó, abrió la puerta y Dorson entró despacio.

Kim se reclinó en su silla, mirándole. "¿Qué pasa?".

Kim se burló fríamente. "Qué idiota. ¿Pensó que mi gente de Galloria le sería leal?".

...

Esa tarde, en el hospital, Sherry fue felizmente dada de alta.

Pidió un taxi que la llevara a casa, riéndose a carcajadas de su balance bancario.

Ese dinero le bastaba para tener su propia casa, y ya no tendría que alquilar nunca más.

Además, había ganado decenas de millones de seguidores y se había asegurado un puesto en la élite de Internet. Era el comienzo de su brillante futuro.

En ese momento, llamaron a la puerta.

"¿Quién es?". Preguntó Sherry, cada vez más cautelosa.

"El señor Pavian me envía para pagarte el resto de la cuota".

Sherry se levantó de inmediato y se apresuró a abrir la puerta.