Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 22

Resumo de Capítulo 22: Viviendo con Mi Jefa Esposa

Resumo do capítulo Capítulo 22 do livro Viviendo con Mi Jefa Esposa de Internet

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"¿Qué estoy haciendo?". Stanley azotó su tenedor contra la mesa, con una expresión asesina. "Arruinaste mi futuro y dejaste que me castigara la sede de ultramar. ¿Qué crees que estoy haciendo?".

Stanley se enfureció más y más a medida que hablaba. Había sido despedido por el Consorcio del Cabo, lo que prácticamente le impedía sobrevivir en la industria.

Además, sabía lo despiadada y cruel que era la gente de la seguridad interna del Consorcio del Cabo.

El departamento de seguridad interna del Consorcio del Cabo era solo un nombre. Eran un grupo de demonios despiadados y sin corazón.

Además de estar a cargo del sistema de seguridad del Consorcio del Cabo, también eran responsables de castigar a los miembros del personal que cometían errores graves. Y lo que es más importante, eran increíblemente poderosos, especializados en tratar con personas que debían dinero al Consorcio del Cabo o que se negaban a pagar.

Al haber sido uno de los altos cargos del Consorcio del Cabo en el pasado, Stanley sabía lo aterradora que era esa gente. Todas las personas o establecimientos que debían dinero al Cabo acababan sufriendo horriblemente ante la poderosa fuerza del Consorcio del Cabo, hasta el punto de que entregaban el dinero obedientemente.

No sabía por qué Faye los había convocado solo porque él intentó despedir a un empleado de bajo nivel. En la sede de ultramar también se mostraron sorprendentemente severos y amenazadores, ordenándole que regresara y esperara el castigo.

Con lo que esa gente era capaz de hacer, al menos perdería una o dos extremidades aunque sobreviviera.

Sin embargo, como ya lo habían despedido, decidió terminar lo que había empezado. Consiguió la ayuda de la Pandilla del Tigre Negro y urdió un plan con ellos.

Su plan consistía en secuestrar a Faye y chantajearla por una fortuna antes de escapar a otro país más pequeño para vivir el resto de sus días.

Por supuesto, tampoco dejaría libre a Wilbur tan fácilmente. Había que darle una buena lección o incluso matarlo. De cualquier manera, la Pandilla del Tigre Negro iba a ayudar.

La Pandilla del Tigre Negro era la pandilla más grande de la ciudad Seecher. Aunque el Consorcio del Cabo era poderoso, a estos pandilleros no les importaba en lo más mínimo. Habían aceptado el trato de inmediato, accediendo a llevarse la mitad del reparto.

Así fue como secuestraron a Faye.

Faye vio la mirada asesina en el rostro de Stanley, así como la de los gamberros que lo rodeaban. Ella sabía que iba a tener que jugar limpio o su vida estaría en peligro.

Faye dijo lentamente: "Stanley, sé que me excedí un poco entonces. Dime lo que quieres. Me aseguraré de cumplir tu deseo lo mejor que pueda".

Stanley sonrió perversamente. Se levantó y caminó hacia Faye con una sonrisa burlona. "Hay algo que quiero. Mil millones de dólares. Transfiérelo a la cuenta que te indique".

El hombre calvo dijo con frialdad: "Soy Rayo Hank. Puede que no hayas oído hablar de mí, pero he perdido la cuenta de la gente a la que he matado. Trae a ese tipo aquí, o te cortaré tu bonita cara y te meteré en la cama".

Toda esperanza estaba perdida para Faye. No tenía otra opción.

"Pásame mi teléfono", exigió hoscamente.

Rayo Hank le hizo señas a sus hombres para que le dieran a Faye su teléfono. "Puedes decirle que llame a la policía o que venga con ayuda. Ya veremos quién muere primero".

Faye respondió: "No dejaré que llame a la policía. No te preocupes".

Llamó al número de Wilbur y se conectó inmediatamente.

"Wilbur Penn, ¿estás ahí?".

Wilbur sintió que algo no estaba bien. ¿Por qué el tono de Faye sonaba algo diferente?

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