Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2246

Wilbur estrechó la mano de la mujer y dijo: "Sí, me llamo Wilbur. Gusto en conocerte".

La mujer, con los ojos enrojecidos y una sonrisa brillante, respondió: "Me llamo Caitlyn. Gusto en conocerte. Soy de los Estados Aliados".

"Ah, los Estados Aliados son un gran país".

"Tal vez", dijo ella.

Tras el breve diálogo, los dos se quedaron en silencio. Wilbur sacó el periódico que había comprado en el aeropuerto y empezó a leerlo.

El periódico de los viajes tenía información sobre Kosanto, incluido un artículo sobre su historia. Decía que, hace mil años, Kosanto era un reino de bosques que ocupaba el noventa por ciento de su territorio.

Ahora, solo el treinta por ciento de su territorio era verde, y las regiones del oeste y del sur se habían convertido en desiertos. Las ciudades donde vivían los habitantes de Kosanto quedaron bajo la arena, y gran parte de la historia y la cultura de estas regiones se perdió.

Tan solo unos pocos ancianos residentes en la ciudad desértica de Wrecknam conservaron algunos recuerdos del estilo de vida de sus antepasados. La mayoría de los artefactos que habían sobrevivido se habían guardado en el museo de Wrecknam.

Mientras Wilbur estaba concentrado en el periódico, Caitlyn se acomodó el pelo detrás de la oreja y de repente preguntó: "¿Qué estás leyendo?".

"¿Eh? Oh, me compré un periódico de viajes en el aeropuerto. Tiene información sobre Kosanto. Como mi destino es Kosanto, pensé en informarme más sobre el país".

Caitlyn asintió con una sonrisa y dijo: "Si tienes alguna duda, puedes preguntarme. Aunque no soy de Kosanto, ya estuve allí muchas veces".

Los ojos de Caitlyn se pusieron rojos, y sonrió mientras tapándose la boca, luego miró hacia abajo, con los hombros temblando mientras empezaba a llorar.

"¿Estás... bien?".

Wilbur se quedó desconcertado por las repentinas lágrimas de Caitlyn, pero como es un caballero, rápidamente le ofreció un pañuelo de papel.

"Gracias", dijo Caitlyn, tomando el pañuelo y secándose las lágrimas. "Gracias. No soy tan frágil como crees. Es que... de repente recordé algo. Es una historia sobre mí. ¿Te gustaría escucharla?".

"¿Eh?". Wilbur se quedó desconcertado, pero Caitlyn empezó a hablar, sus lágrimas iban dando paso a una mezcla de risa y pena mientras contaba su historia.