Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2299

"Sí", dijo el hombre, cruzando las piernas y asintiendo. "Arsi me dijo que eres un buen conductor. ¿Estás interesado en unirte a nuestro equipo?".

Wilbur respondió: "Formar un equipo de carreras no es barato. Arsi y yo somos personas normales. ¿Seguro que eso no es un problema?".

"Por supuesto que no".

El hombre se encogió de hombros y añadió: "Pero tenemos una condición. Tienes que superar nuestra prueba y obtener una calificación de grado 'A'. Esto demostrará tus habilidades, y solo entonces te dejaremos unirte a nuestro equipo".

Al escuchar esto, Wilbur ni siquiera tuvo la oportunidad de responder antes de que Arsi le dijera con entusiasmo: "No te preocupes, Ariel. Las habilidades como conductor de Wilbur son muy superiores a las mías".

"Hablemos en privado".

Wilbur agarró a Arsi y lo llevó afuera de la oficina. Una vez fuera, preguntó: "¿Investigaste a estos tipos? ¿Llevan dos meses desaparecidos y justo han aparecido hoy?".

Arsi le tranquilizó: "No te preocupes, Wilbur. Todos ellos pasaron las pruebas del escáner genético. Son como nosotros, la gente normal. Pero sus condiciones pueden ser un poco duras. Wilbur, ¿estás seguro de que puedes obtener una calificación de grado 'A'?".

"Ya hablaremos de eso más tarde. ¿Y el sistema eléctrico de la ciudad? Te lo mencioné esta tarde. ¿Cómo van las cosas?".

Muchos entusiastas del automóvil soñaban con ser corredores, pero la mayoría nunca tenía la oportunidad. Algunos ni siquiera llegaban a sentarse en un coche de lujo. Arsi era una de esas personas. Wilbur sintió cierta compasión por Arsi y aceptó: "De acuerdo, lo haré. Hagamos la prueba juntos".

Una hora y media más tarde, en la línea de salida, dos Ferraris se alinearon uno al lado del otro. Con la señal de Ariel, los coches arrancaron a toda velocidad. Esta vez, Wilbur se contuvo, sin pisar el acelerador, para que Arsi tomara la delantera y se divirtiera.

Wilbur lo seguía de cerca y observaba cómo Arsi manejaba hábilmente el Ferrari en curvas cerradas y derrapaba con facilidad. Wilbur no pudo evitar sonreír. La carrera consistía en solo dos vueltas. Cuando terminaron la primera vuelta y se acercaron al punto de salida, Wilbur se percató de que había unas cuantas personas de pie junto a la carretera.

Parecían estar sumidos en sus pensamientos. Pero cuando los Ferraris iban pasando a toda velocidad, Wilbur los vio por el retrovisor levantarse de repente y animar ruidosamente. El gran contraste entre su indiferencia anterior y su repentina excitación hizo que Wilbur se preguntara si se había imaginado su comportamiento anterior.