Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2355

El teléfono de Wilbur sonó un minuto después. El mensaje tenía información personal de Fawkes, así como algunos datos sobre la Mina Rindo, incluyendo su ubicación.

Fawkes estaba escondido en la Mina Rindo, pero seguía buscando en Internet. Así fue como Layla encontró su ubicación.

¿La Mina Rindo?

Wilbur revisó los datos, que decían que la Mina Rindo surgió hace unos años y se descubrió que contenía un metal especial que a Wilbur le recordaba a los dos metales de activación a la vez.

El Robot Satán había utilizado los dos metales de activación para sostenerse y alargar sus funciones. Tal vez encontrar más de esos metales en esa mina podría darle a Wilbur algunos puntos de gracia.

Wilbur se dirigió de inmediato a la Mina Rindo. Al salir de Monsato se encontró con interminables desiertos, y las amplias carreteras hicieron que el trayecto hasta la mina solo durara un poco más de una hora.

Tras estacionarse en el exterior de la mina, Wilbur utilizó un hechizo para cambiar su aspecto por el de Trevor Penn.

El asunto del Robot Satán ya parecía solucionado por el momento, y Wilbur no quería causar ningún problema innecesario mientras se ocupaba de la raíz del problema.

Aunque la Mina Rindo se llamaba así, era mucho más de lo que el nombre indicaba. Era una mina bastante nueva, descubierta hace pocos años, y de la que se rumoreaba que era rica en recursos. Por ello, se habían creado aquí muchos negocios de venta de artículos de primera necesidad.

La Mina Rindo se había convertido en una especie de pequeña ciudad en los últimos años, llena de gente todo el tiempo y repleta de vida. Wilbur miró a su alrededor antes de dirigirse a un bar.

Esto significaba que Fawkes probablemente sabía que alguien estaba intentando localizarlo, y que en realidad no estaba utilizando Internet.

Wilbur frunció el ceño. ¿Sería posible que hubiera un hacker escondido en la Mina Rindo? Él conocía lo hábil que era Layla y estaba seguro de que estaba tratando con un profesional si incluso a ella la habían bloqueado.

Un hacker tan brillante debería valer cientos de millones de dólares, y Wilbur no esperaba que alguien así estuviera en un lugar como la Mina Rindo. Era importante tener en cuenta que la mina no era más grande que una pequeña ciudad por muy concurrida que estuviera, y los hackers profesionales solían vivir en grandes ciudades donde había más datos que obtener.

Justo cuando Wilbur reflexionaba para sí mismo, una mano tocó su hombro.