Resumo de Capítulo 2360 – Uma virada em Viviendo con Mi Jefa Esposa de Internet
Capítulo 2360 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Viviendo con Mi Jefa Esposa, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Urbano, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
"¡Argh!".
"¡Ayuda!".
...
Un rugido ensordecedor cortó el aire, y luego la cueva quedó en silencio al desaparecer también el remolino de niebla negra.
Wilbur miró a su alrededor. Todos los demás habían huido hacia un edificio mientras observaban la cueva aterrorizados.
"¡Mi hermano!".
"No, mi hermana...".
"¡Papá!".
...
Al recuperarse de la conmoción inicial, los supervivientes cayeron al suelo y comenzaron a llorar. La mayoría de sus familiares habían sido absorbidos por la cueva hace un momento.
Alguien se levantó entonces para decir: "Hay una bestia en la cueva y es necesario avisar a las autoridades para que se ocupen de ella. De lo contrario, ninguno de nosotros vivirá la próxima vez que aparezca".
Tommy miró hacia la cueva. Al ver que Wilbur se dirigía hacia ella, gritó: "¡Eh, no vayas!".
Tommy estaba a punto de jalar a Wilbur hacia atrás, pero la gente que lo rodeaba lo sujetó.
Dennis se detuvo en seco en la llamada, antes de preguntar: "¿C-cómo sabes de eso?".
"Estoy en la cueva ahora mismo. No te preocupes, yo me encargaré de esto".
Wilbur terminó la llamada y entró en la cueva. Al caminar unos doscientos metros, un enorme campo de energía apareció frente a él. Wilbur había investigado mucho sobre las formaciones cuando estaba aprendiendo de Orkot y sabía que cada formación tenía su propio campo de energía.
La aparición de este campo de energía significaba que tenía que haber una formación delante. La Mina Rindo existía desde hace mucho tiempo, y esta bestia que vivía aquí habría aparecido hace mucho tiempo.
Esa era la prueba de que definitivamente había una formación especial aquí, y ahora se había activado porque algo sucedió, e iba a liberar a la bestia dentro de ella.
Nadie se creería que la bestia atrapada en la formación era un dragón, pero Wilbur había escuchado aquel rugido con suficiente claridad como para saber que pertenecía a uno.
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