Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2422

En los tres días siguientes, Wilbur continuó trayendo una pesca mucho mayor en comparación con los demás habitantes de la costa. Cada día ganaba dos mil dólares Skermann, y, al cabo de cinco días, finalmente siguió el consejo del posadero y alquiló una habitación personal.

La habitación distaba mucho de ser lujosa, pero estaba limpia y era solo para él. Al menos, Wilbur tenía ahora un lugar donde descansar en privado.

Sin embargo, su descanso se veía interrumpido cada noche, ya que pasaba largas horas reflexionando sobre cómo lidiar con la conflictiva Bahía de Bullard. Kortlin le había advertido:

"Si las guerras no terminan en un plazo de tres meses, la Tierra jamás tendrá una oportunidad contra el Señor Oscuro".

El problema era que Wilbur no sabía cómo detenerlas.

Era crucial descubrir la raíz de los conflictos para poder ponerles fin. Durante los últimos días, Wilbur había hecho preguntas a diversas personas y descubrió que las guerras en la Bahía de Bullard eran orquestadas por una organización que prácticamente controlaba todos los pequeños países de la costa: la Iglesia de los Santos Illuminati.

Nadie conocía la verdadera razón detrás de las guerras iniciadas por la iglesia, y Wilbur estaba igualmente desconcertado. Sin embargo, no era difícil deducir que el propósito de los conflictos era llenar la mente de las personas con pensamientos negativos, los cuales eran la clave para despojar a la humanidad de sus buenos pensamientos.

Aisha, la Obispa Negra de la iglesia, había ofrecido su alma al dios maligno Bahamut. Era probable que toda la Iglesia de los Santos Illuminati hubiera jurado lealtad a las deidades oscuras, y que el Papa también hubiera sacrificado su alma como lo había hecho Aisha.

El Papa de la Iglesia de los Santos Illuminati era ahora una marioneta de los dioses malignos, lo que explicaba por qué fomentaba el caos en la Bahía de Bullard. Esto llenaba las mentes de las personas con pensamientos oscuros, una forma peculiar de alimentar a los dioses malignos.

Wilbur reflexionó sobre las ventajas y desventajas de que la Iglesia de los Santos Illuminati controlara las guerras en la bahía.

"Lo bueno", pensó, "es que las guerras son controlables. Si la iglesia decide detenerlas, todo podría resolverse rápidamente".

"Si dejo de hacerlo de repente, llamaré la atención del Mensajero Oscuro", pensó. Así que decidió continuar con su trabajo en las costas de Wendis.

A pesar de todo, trabajar en la playa tenía su encanto. Las costas estaban llenas de misterios, y nunca sabías cuánto obtendrías en un día. Esa incertidumbre limitaba tus expectativas y preocupaciones. Además, salvo por tener que levantarse temprano, era un trabajo con pocas desventajas.

Para recolectar en las playas no se necesitaba ninguna cualificación.

"Un cubo es todo lo que necesitas", pensó Wilbur con una sonrisa.

Esto había llevado a muchos habitantes de Wendis a trabajar como recolectores. Cada mañana, las costas se llenaban de gente, todos buscando su propio sustento en los misterios del mar.