Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2450

¡Hahaha! El Mensajero Oscuro se burló mientras exclamaba: "¿De verdad crees que tienes oportunidad? Holt, no olvides que ahora no eres más que mi marioneta. Eres mi esclavo, y harás todo lo que te ordene. No tienes alternativa".

Wilbur observó a Holt, ahora reducido a una simple herramienta, con una mezcla de incredulidad y asombro. Resultaba difícil aceptar que la figura imponente que alguna vez dominó toda la región de la Bahía Bullard hubiera caído tan bajo.

Con una expresión sombría, el Mensajero Oscuro continuó: "Holt, ahora te transferiré mi energía. Necesitas derrotar a Wilbur en mi nombre y acabar con él con tus propias manos".

Holt, con los ojos helados fijos en Wilbur, replicó: "Siempre he deseado matarlo. Antes, no tenía la fuerza necesaria para derrotarlo, pero si tú, Mensajero Oscuro, puedes hacerme más poderoso, ¡estoy dispuesto a eliminarlo por ti!".

"No te preocupes, Holt. El poder que te otorgo será más que suficiente para aplastar a Wilbur".

Una energía formidable emanó del Mensajero Oscuro, fluyendo rápidamente hacia el cuerpo de Holt. Wilbur pudo sentir cómo la energía dentro de Holt creció exponencialmente, superando con creces su poder original.

¡Espera!

Wilbur interrumpió: "Mensajero Oscuro, si transfieres tu energía a Holt, ¿no temes que se vuelva contra ti cuando sea más fuerte? ¿No te preocupa haber creado un monstruo fuera de control?".

"Hmph, pronto lo comprenderás", respondió el Mensajero Oscuro con frialdad.

¡Bum!

El impacto del puñetazo de Holt contra el suelo fue tan fuerte como el estallido de una bomba, creando un gran cráter al instante. Los escombros volaron por los aires, y al segundo siguiente, Holt agitó el brazo, lanzando las rocas destrozadas a toda velocidad contra Wilbur.

Justo antes de que las piedras alcanzaran a Wilbur, estas se detuvieron a unos diez metros de distancia. Con un rugido que resonó en el aire, las piedras retrocedieron, volviendo hacia Holt.

Una poderosa aura oscura emanó de Holt, formando una gigantesca telaraña que atrapó todos los escombros voladores. Entonces, con un movimiento repentino, el aura oscura comprimió las piedras en una esfera sólida.