Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2468

Wilbur había pasado toda la noche sumido en sus pensamientos. Tras superar innumerables obstáculos, había llegado finalmente a la torre mágica, y no estaba dispuesto a desperdiciar la oportunidad. Su objetivo era claro: superar el primer nivel, eliminar a Johnson y su ejército, y aprovechar el aura de energía para fortalecer su cultivo antes de ascender al segundo nivel.

La energía que impregnaba la torre mágica era indescriptiblemente poderosa, una fuerza casi palpable. Era diez veces más densa que la de la formación arcana, la cual ya era cien veces más concentrada que la de la Tierra. Esto hacía que el aura de la torre mágica fuera mil veces más intensa que la de su dimensión original, un regalo que ningún cultivador en su sano juicio ignoraría.

Cultivar en este lugar aceleraría significativamente el crecimiento de su poder, otorgándole una ventaja invaluable para enfrentarse a futuros desafíos.

Tenin no había exagerado. Wilbur podía sentir claramente la diferencia en la calidad del aura energética aquí, incluso en comparación con el resto de la formación arcana.

Aunque setenta y cinco años en la formación arcana podían parecer una eternidad, no era más que un parpadeo en la vida de un cultivador. Su experiencia en el espejismo había sido reveladora, enseñándole lecciones valiosas y profundizando su comprensión del poder y la estrategia.

Esto solo reforzaba su gratitud por haber conseguido entrar en la torre mágica, incluso si apenas estaba en el primer nivel. El recuerdo de haber estado al borde de la muerte el día anterior, enfrentándose a Johnson y su ejército de robots satánicos, no mermaba su determinación. Al contrario, fortalecía su resolución.

El sacrificio había valido la pena. Estaba listo para enfrentar lo que fuera.

No pasó mucho tiempo antes de que Wilbur divisara a los robots. Esta vez, no esperó. Con un movimiento decisivo, invocó la Lanza del Dragón Azul y la lanzó hacia ellos. La poderosa energía de la torre se arremolinó a su alrededor, dando forma al dragón azul, cuya presencia resonó en el aire como un trueno.

Johnson reaccionó de inmediato, gritando:

"¡Está ahí! ¡Todos juntos, acabemos con él!"

Los robots satánicos respondieron al unísono, levantando sus cañones láser y desatando una lluvia de mil rayos de energía, todos dirigidos a Wilbur.

Herido y al borde de sus límites, Wilbur murmuró débilmente el hechizo del Refugio del Dragón. Una barrera luminosa se alzó justo a tiempo para interceptar los disparos. Las explosiones resonaron una tras otra al chocar los rayos contra la barrera, iluminando el entorno con destellos cegadores.

A pesar de sus heridas y del peso abrumador del combate, Wilbur no se rindió. Su determinación brillaba con la misma intensidad que el Refugio del Dragón, resistiendo contra toda probabilidad.