Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2480

Una luz blanca brilló ante sus ojos y Wilbur entró en el tercer nivel de la torre mágica. Era una ciudad bien desarrollada, llena de gente caminando y hablando entre sí.

Wilbur apareció en una calle al azar de repente y miró a la multitud abrumadora con confusión. ¿No se suponía que debía estar en la torre mágica? ¿Qué estaba haciendo en la ciudad?

Los cálidos rayos de sol brillaban sobre la ciudad cuando el semáforo rojo se puso verde y la gente que esperaba junto a la carretera cruzó el paso de cebra.

Todo parecía normal. Era como si nada estuviera fuera de lo normal. Si Wilbur no hubiera estado en la torre mágica, este habría sido solo otro día normal en la ciudad.

Wilbur miró a su alrededor, frunciendo el ceño. Algo en esto simplemente se sentía extraño. Por alguna razón, sintió que nada de esto era real.

De repente, un autobús apareció y se detuvo junto a la carretera. Wilbur no había querido subir, pero la multitud que lo empujaba lo empujó.

"¡Dejen de empujar!".

"Tengo prisa, señor. ¿Puedes conducir más rápido?".

"Gracias a Dios que logré conseguir pan ahora mismo".

…

Antes que Wilbur pudiera terminar de hablar, la gente que lo rodeaba lo atacó con saña. Desgarraron la ropa de Wilbur con fervor, y un hombre incluso lo mordió en el brazo.

En ese momento, la luz roja se puso verde y el autobús siguió avanzando. De repente, se escuchó una fuerte explosión y la ventana trasera del autobús se rompió cuando varios hombres salieron volando. Después de eso, Wilbur saltó del autobús.

Su ropa estaba hecha pedazos y miró a los hombres que había enviado a volar. Lo habían agarrado implacablemente antes y probablemente iban a volver a atacarlo.

Wilbur se preparó para una batalla. Sin embargo, los hombres se pusieron de pie de manera bastante torpe. Luego pasaron corriendo junto a Wilbur, persiguiendo al autobús que había despegado.

Wilbur se quedó estupefacto ante la vista. Cuando recuperó el sentido, los hombres ya habían saltado nuevamente al autobús desde el agujero en la ventana trasera, y el aura de energía poderosa que irradiaba el autobús había desaparecido.