Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2495

Wilbur no estaba seguro de si su hipótesis era correcta. Después de todo, el Casco de Luz al principio no estaba infundido con el poder del dios maligno. Si el Niño de la Luz hubiera fusionado el poder del dios maligno con la Armadura Ligera a propósito, no habría ninguna razón para que descartara el Casco de Luz.

Pero si el Niño de la Luz no tenía esa intención, entonces ¿por qué los Guantes de Luz y la Armadura Ligera perderían su invisibilidad?

Mientras los pensamientos de Wilbur se agitaban, finalmente llegó a una conclusión: Al principio, el Niño de la Luz podría no haber planeado luchar contra los dioses malignos. Después de su inesperado descenso a las dimensiones inferiores después de su pelea con el Señor Oscuro en las dimensiones medias, se encontró con las marionetas de los dioses malignos. Esto lo llevó a la idea de inyectar el poder de los dioses malignos en la Armadura Ligera.

Sin embargo, dado que las marionetas de los dioses malignos no aparecieron voluntariamente, el Niño de la Luz no pudo encontrar las ocho marionetas. Como resultado, la Armadura Ligera no absorbió el poder de los ocho dioses malignos. Más adelante, Wilbur infundió el Casco de Luz sin querer con la energía oscura de Bahamut de Aisha. Esta fusión inadvertida fue lo que lo había salvado hoy.

Aunque el enfoque del Niño de la Luz no fue el mejor, ser tragado por un dios maligno estaba lejos de ser ideal. Al menos había asegurado su sobrevivencia. Al entender esto, Wilbur resolvió otro misterio. La jaula oscura había suprimido su energía, lo que debería haber impedido que el Escudo de Luz se activara. Sin embargo, el escudo lo había protegido del ataque de Aisha en un momento crítico.

Esto se debió al rastro de la energía oscura de Bahamut absorbida por el Casco de Luz. A pesar de la supresión de sus poderes, este poco de energía oscura lo mantuvo con vida.

Wilbur pasó varias horas dentro del cuerpo de Bahamut antes de ser expulsado. Para entonces, la jaula oscura había agotado su energía y se había disipado con el viento, dejando a Wilbur para ser expulsado con los desechos de Bahamut.

Antes que Aisha pudiera terminar su oración, Wilbur salió del agua, elevándose por el aire dejando un rastro de gotas blancas. Aisha lo miró con ojos helados y siseó: "Miserable criatura, ¿cómo sigues vivo? No, no puedes. ¡Debo matarte!".

Sin escuchar las palabras de Aisha, Wilbur arrancó una tira de tela de su ropa y se la ató sobre los ojos. El mayor poder de Bahamut residía en sus ojos. Al evitar su mirada, Wilbur podría evadir su restrictivo hechizo. Todo lo que quería ahora era una batalla rápida para derrotar a Bahamut.

Su aura de dragón se extendió por un área de 800 metros de radio, lo que le permitió a Wilbur detectar la ubicación exacta de Bahamut. Incluso sin su vista, sabía exactamente dónde estaba Bahamut.