Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 258

Wilbur se llevó las manos a la espalda al terminar, permaneciendo en silencio. Todos los demás, sin embargo, lo miraban como si fuera una deidad que hubiera descendido sobre ellos.

Al mismo tiempo, la barrera del Mar de Sangre había desaparecido y la multitud ya no estaba atrapada.

Mucha gente se desplomó, pues algunas personas habían perdido demasiada sangre y otras habían muerto. Solo los cultivadores de nivel aura con cierta habilidad seguían en pie.

Sin embargo, independientemente de si estaban tumbados o de pie, todos mostraron su respeto al unísono hacia Wilbur. Este hombre les había salvado la vida a todos y le expresaban su gratitud por ello.

Wilbur miró a la multitud que le rodeaba y dejó escapar un suspiro.

El nuevo poder de Jeremy lo hacía increíblemente fuerte.

Wilbur incluso tuvo que usar el dragón que llevaba a la espalda para derrotarlo.

Por suerte, Jeremy fue derrotado antes de que pudiera usurpar cientos de vidas. Si Wilbur no hubiera actuado a tiempo, Jeremy se habría vuelto impensablemente poderoso.

Wilbur se puso en cuclillas frente a los huesos calcinados de Jeremy, frunciendo las cejas ante el coágulo de sangre del tamaño de un huevo.

Acababa de desprenderse del cuerpo de Jeremy y aún se retorcía suavemente. Estaba claro que ni siquiera el aterrador ataque de Wilbur de antes había sido suficiente para derribarlo.

El coágulo de sangre contenía una aterradora cantidad de energía, e incluso intentaba penetrar en el cuerpo y la mente de Wilbur cuando este se acercaba a él.

Por suerte, Wilbur estaba practicando el Canto del Dragón, un método de cultivo del antiguo clan del dragón.

El clan del dragón era uno de los más poderosos de su época, y sus cultivadores poseían una inmensa cantidad de fuerza y energía espiritual como ningún otro.

A pesar de que Wilbur no podía difundir el nombre del clan del dragón, había heredado bastantes de sus especialidades, por lo que captó enseguida el intento del coágulo de sangre de atacar su espíritu.

Agarró el coágulo y lo lanzó a su demiplano de inmediato. Podría volver a eso más tarde cuando tuviera tiempo.

Wilbur guardó silencio durante un rato, antes de decir: "Todos los cultivadores de la ciudad Seecher tienen prohibidos los duelos y batallas privados. Esto es tanto una advertencia como una orden".

"¡Sí, señor!".

Matt, Gerard y los demás supervivientes de la multitud se inclinaron en señal de reconocimiento.

Wilbur era su rey ahora y nadie podía ir contra él.

Al mismo tiempo.

Una mujer vestida de rojo soltó una estridente carcajada, contemplando la mansión Owens a través de un espejo forjado con sangre.

"¡Qué energía espiritual tan poderosa! Me gusta. ¿Estás listo, Wilbur Penn?".