Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2580

Por eso estaba humillando a Wilbur de esta manera, queriendo que se rindiera.

Bueno, él simplemente lo llamaría un caso de mala fe. Después de otro intento fallido, Wilbur se puso de pie. Los vientos volaron las piezas del caldero por los aires, golpeándolas y arrastrándolas por el acantilado.

Wilbur saltó al aire y estaba a punto de seguir su camino. De repente, el aire brillo con una luz dorada, y el Señor Fremont apareció frente a él una vez más con una sonrisa bastante presumida en su rostro. "¿Ya te rendiste después de solo unos días?".

Wilbur miró a Fremont. "Esta era una tarea imposible desde el principio. Ya que no quieres que sepa el secreto del clan dragón, debería irme".

"¿Qué? ¿Te vas? ¿Qué pasa con los Nueve Calderos del Dragón, entonces? ¿Ya no los quieres?".

Wilbur resopló. "Los calderos de los Nueve Dragones eran tuyos desde el principio, y debería estar agradecido que no me culparás por romperlos. Supongo que te los devolveré".

Wilbur se levantó para irse, pero Fremont le puso una mano en el hombro. "Espera. ¿Dijiste que me ibas a devolver los calderos de los Nueve Dragones?".

"Sí. Ahora son tuyos, Señor Fremont".

"En realidad no te culpo por romper los calderos, pero acabas de decir que me los ibas a devolver. Los calderos de los dragones han sido arrastrados de la montaña en pedazos, ¿cómo sería eso devolvérmelos? Si eres sincero al respecto, por favor encuentra todos los pedazos y júntalos antes de devolvérmelos".

Wilbur le hizo una reverencia a Fremont antes de bajar la montaña. Echó a correr bajo los fuertes vientos, habiéndose vuelto mucho más fuerte físicamente después de cultivar durante tanto tiempo. Una montaña gigantesca no era nada para él.

En solo un minuto, Wilbur había llegado al pie de la montaña. Buscó por todos lados y por fin encontró las piezas del caldero.

Regresó a la cima de la montaña y comenzó a ensamblar los Calderos de los Dragones bajo la supervisión del Señor Fremont. Justo cuando estaba a punto de terminar, se dio cuenta que faltaban tres piezas del Caldero de los Tres Dragones.

"Eh, sobre eso...".