Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2600

Después de salir por la puerta Este de la ciudad principal, había pasado más de una hora. Caminando a través de la tormenta de nieve, el cuerpo de Wilbur empezó a balancearse ligeramente. Si no encontraba rápidamente un lobo de las nieves que matar y comer, moriría inevitablemente congelado aquí.

Aunque Wilbur era fuerte en la Tierra, esta era una dimensión intermedias con una energía muy diferente a la de la Tierra. Wilbur necesitaba adaptarse a la gravedad cien veces mayor y a la energía especial de Ciudad Buck antes de poder empezar a cultivar.

Para ser precisos, Wilbur aún no había comenzado su cultivo aquí. Estaba empezando a adaptarse a la gravedad cien veces mayor y a la energía especial.

La batalla frente a la puerta principal de la ciudad había agotado su energía, y ahora, las consecuencias de esta mala adaptación estaban apareciendo poco a poco. Wilbur sintió un dolor desgarrador en los músculos del pecho izquierdo, como consecuencia de utilizar por primera vez la energía del espacio intermedio.

Era parecido a los que juegan con pesas pesadas en la Tierra. Al principio, sin dominar la técnica, levantar y bajar las pesas varias veces provocaba dolor en el pecho.

Sin embargo, el impacto de la energía era diferente al de un peso fijo. El dolor causado por la energía dominante de la dimensión intermedia estaba fuera del control de Wilbur. Su pecho izquierdo empezó a calentarse y, cuando miró hacia abajo, vio una gran zona roja.

Mientras Wilbur descansaba, una sensación de frío le recorrió de repente el pecho izquierdo. Se miró el pecho y vio que el sello dejado por Kaiser circulaba por sí solo, ayudando a aliviar su dolor.

Wilbur, mirando fijamente a los tres lobos de las nieves, respondió fríamente: "No tengo monedas de oro. Piérdete".

"Hmph", se burló el hombre de pelo negro que sostenía una espada. "Al borde de la muerte, y todavía tan testarudo. Ya que son negocios, podemos negociar. Ejem... ¿Dices que no tienes monedas de oro? Con monedas de plata será suficiente. Cincuenta monedas de plata, y te salvaré la vida".

"¡Piérdete!".