Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 275

"Constantino. Cardenal de la Iglesia de los Santos Illuminati. Discutió con los altos cargos de la iglesia hace cinco años e incluso se dice que luchó ferozmente contra los jueces que lo sentenciaron. Fue expulsado de la iglesia por el Papa, pero no despojado de su título y poderes como cardenal. Ha estado vagando por el mundo después de eso y entró en Dasha hace dos años".

"¿Se le permitió entrar en el país?".

"Por supuesto. La Iglesia de los Santos Illuminati es una organización legal y las identidades de sus miembros también lo son. Constantino es un cultivador de nivel Santuario y lo vigilamos al principio. Pero en realidad no pasó nada fuera de lo normal, e incluso ha estado ayudando a curar y salvar a gente en barrios empobrecidos. Dejamos de vigilarlo después de eso".

"Ah, ya veo. De acuerdo. Gracias, Beverly".

"Es solo mi deber, señor".

"Adiós".

"Adiós. Espero volver a hablar con usted".

Wilbur colgó la llamada, sumido en sus pensamientos.

Ninguno de aquellos dos era corriente y ambos eran tan misteriosos que ni siquiera el departamento tenía mucha información sobre ellos.

Sin embargo, ahora mismo no le parecían una gran amenaza, por lo que no tenía sentido prestarles demasiada atención.

En ese momento, Ryder se acercó con el informe.

Wilbur le echó un vistazo. Todo estaba muy bien escrito, con todo lujo de detalles, excepto la parte sobre el Embrión de Sangre que Wilbur había omitido.

Wilbur dijo: "Es muy detallado. Entrégalo entonces".

Ryder hizo una reverencia y se volvió para marcharse. Wilbur volvió a su habitación y entró en su demiplano.

El Embrión de Sangre yacía en el suelo, latiendo lentamente como un corazón.

Había una energía inmensa en el Embrión de Sangre, pero a Wilbur no le interesó lo más mínimo y lo arrojó directamente al Altar del Dragón.

Al descender el aura ancestral, el Embrión de Sangre emitió un aullido quejumbroso parecido al de un bebé. Después se convirtió rápidamente en puntos de gracia, que aparecieron en el reloj de arena dorado.

Cualquier cosa, por poderosa que fuera, se convertía en puntos de gracia en el Altar del Dragón.

El Embrión de Sangre le dio a Wilbur quinientos puntos de gracia. Estaba encantado.

Qué zorro más astuto era este viejo dragón, tentando a Wilbur con todo tipo de poderes alucinantes para que lo alimentara constantemente con contribuciones a cambio de puntos de gracia.

"Hijo de p*ta", maldijo Wilbur, pero aun así acabó eligiendo el Refugio del Dragón.

La Píldora Limpiadora de Médula de Faye tendría que esperar. De todos modos, no había prisa.

Sin embargo, Wilbur iba a tener que esforzarse en buscar contribuciones a cambio de puntos de gracia si quería convertir a Faye en cultivadora.

Ese miserable dragón.

Un nuevo hechizo en lenguaje de dragones apareció en el espíritu de Wilbur después de intercambiar los puntos de gracia.

Wilbur suspiró, abandonó el Altar del Dragón y regresó a su habitación para empezar a meditar.

...

Hacia el oeste, en alguna llanura abandonada.