Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2755

Resumo de Capítulo 2755: Viviendo con Mi Jefa Esposa

Resumo de Capítulo 2755 – Viviendo con Mi Jefa Esposa por Internet

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Grote cayó al suelo de rodillas, con el pecho agitado mientras el remolino negro desaparecía a su alrededor. Miró aterrorizado a Wilbur, que lo miraba como un Dios de la muerte.

Justo entonces, una voz fría escapó de la garganta de Wilbur. "Eres un despreciable para mí, Grote. Si sigues faltándome al respeto, te mataré".

Grote temblaba de pies a cabeza, su expresión vacilaba entre el miedo y la incredulidad ante algo que parecía estarle sacando el espíritu más absoluto. Se golpeó repetidamente la frente contra el suelo mientras se disculpaba una y otra vez.

Conrad frunció las cejas al ver a Grote y luego a Wilbur. No sabía de qué tenía tanto miedo Grote. Grote era un guerrero legendario que nunca se arredra, ni siquiera ante la muerte.

Sin embargo, acababa de reconocer su derrota. Además, ¿a quién le pertenecía esa voz que salía de Wilbur?

Los ojos de Wilbur volvieron a la normalidad, mientras el lado izquierdo de su pecho palpitaba con un dolor abrumador. Apretó los dientes, haciendo todo lo posible por mantener la calma. Grote no tardó en entrar en su habitación y salir con tres anillos de almacenamiento que les entregó a Conrad, Wilbur y Felix.

Grote explicó que los anillos de Conrad y Felix contenían diez mil monedas de oro cada uno, y que el anillo de Wilbur contenía cien mil monedas de oro.

"No creí que viviría para verte tan débil, Grote. Ahora nos vamos".

Conrad abandonó los terrenos de la familia Hilton con Wilbur y Felix, y los tres regresaron con la familia Chris.

Conrad se burló. "Así que Dalton se equivocó de hombre. Ya es bastante malo que sus hombres la cagaran... No puedo creer que el propio Dalton siga pensando que hizo lo correcto. ¡Qué chiste!".

Wilbur y Felix intercambiaron miradas. Habían pensado que Conrad sospecharía de la naturaleza de la situación, pero parecía que en realidad no le importaba mucho cuestionárselo.

Wilbur dijo: "Por favor, ayúdenos, Señor Conrad".

"Por supuesto". Conrad no vaciló en lo más mínimo. "Te prometí que juntos acabaríamos con Dalton, y pienso cumplir mi palabra ya que viene a buscarte. Vámonos. Iremos juntos al lago Pulsa. Me gustaría ver lo atrevido que puede ser Dalton".

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