Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2810

La misma voz resonó en el aire, y el Dios Dragón dijo: "Puedo decir que Edmund realmente te quiere muerto, pero esa es una tragedia que tú tienes que romper por ti mismo. No puedo ayudarte".

Wilbur se arrodilló en el suelo. "Por favor, Honorable Dios Dragón. Solo esta vez, ¡por favor!".

El Dios Dragón dijo: "Wilbur, deberías saber que el clan dragón no se parece a ningún otro. Se ha ganado el respeto de los demás clanes porque el clan dragón nunca suplica a otro. Eres un cultivador del clan dragón y deberías comprenderlo muy bien".

La voz se detuvo después de eso.

"¡Honorable Dios Dragón!".

Sin embargo, el Dios Dragón no respondió por mucho que Wilbur gritara. Apretó los dientes, poniéndose en pie mientras se volvía hacia el Altar del Dragón.

Wilbur se acercó al altar y arrojó dentro el anillo que había ganado en el duelo. Una luz blanca destelló en el aire, y Wilbur tenía ahora cincuenta mil dos puntos de gracia en el reloj de arena dorado.

Cincuenta mil puntos de gracia de cien mil monedas de oro, y los dos puntos extra eran probablemente del propio anillo de almacenamiento. Lo que significa que... un anillo de almacenamiento valía dos puntos de gracia.

Wilbur se quedó un poco sorprendido. Un anillo dimensional apenas valía cien monedas de plata en Ciudad Buck. Una moneda de oro eran mil monedas de plata, con las que podía conseguir diez anillos de almacenamiento... eso eran veinte puntos de gracia.

Wilbur jadeó. "No puedo creer que algo así exista realmente".

Los distintos cultivadores tenían auras energéticas diferentes, pero normalmente no podían sentir las auras energéticas de los demás. La Cuchilla Invisible probablemente tenía una energía que los cultivadores normales no podían sentir en absoluto.

Teniendo eso en cuenta, la otra persona seguramente sería incapaz de sentir la presencia de la Cuchilla Invisible, e incluso moriría en un abrir y cerrar de ojos.

Un aura de energía indetectable como esa podría usarse en beneficio propio y acabar con alguien sin que se diera cuenta.