Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2881

En ese momento, el guardián dimensional sonrió levemente y se giró para mirar a Wilbur. Se sentía algo intrigado. Normalmente, los cultivadores le mostraban el máximo respeto. Incluso el gobernante del Mundo del Dragón Celeste, Firton, tenía que inclinarse en reverencia.

Sin embargo, Wilbur había intentado detenerlo repetidamente. El guardián dimensional dijo: "¿Qué es esto? ¿Te sientes arrepentido?".

Wilbur respondió enojado: "¿Por qué destruiste ese espejo de bronce? ¿Sabes lo importante que era para mí? ¡Lo necesitaba, y tú simplemente lo destruiste!".

"¿Te refieres a esto?".

Con un simple pensamiento, el Guardián hizo que el polvo disperso se reuniera de nuevo, reconstruyendo el espejo de bronce.

"Esto es...". Wilbur quedó atónito ante lo que vio. El guardián dimensional había reconstruido el espejo. ¿Realmente era posible restaurar algo que había sido destruido?

La sonrisa del guardián dimensional se ensanchó al entregarle el espejo de bronce a Wilbur. "¿Quieres que te lo dé?".

"Yo... ¿Realmente puedes?".

Wilbur miró el espejo, pero al siguiente momento, este se hizo polvo una vez más, esparciéndose con el viento. El guardián dimensional dijo: "No lo olvides, soy el guardián dimensional. Nada que destruya tiene derecho a existir en esta dimensión".

Dicho esto, el guardián dimensional desapareció sin dejar rastro. Heaton ayudó a Wilbur a levantarse del suelo, diciendo: "Levántate. El Señor Sade es una persona muy estricta. Si quieres convertirte en su sirviente, tendrás que esforzarte más". Wilbur miró fijamente hacia donde Sade había desaparecido, sumiéndose en el silencio. En las dimensiones superiores, solo había cinco guardianes dimensionales: tres hombres y dos mujeres. Eran Sade, Richardson, D'Yur, Hailey y Kayleen. Estos cinco mantenían el eje central del universo, lidiando con los diversos sucesos extraños que surgían en él.

Se rumoreaba que, entre los cinco, Richardson era el más fuerte. Wilbur originalmente había querido convertirse en su sirviente, pero al enterarse que Richardson se había recluido, se sintió muy decepcionado. Sin embargo, la aparición de Sade reavivó la esperanza en su corazón.

Lo que una vez pareció una meta inalcanzable, ahora se había convertido en algo que había presenciado con sus propios ojos. La idea de convertirse en sirviente de uno de ellos ya no parecía tan lejana, y Wilbur fortaleció su determinación.

Al regresar a la montaña nevada, Wilbur recurrió al Hechizo de Confinamiento del Dragón y siguió con su cultivo. Con un esfuerzo incansable, después de treinta mil años de entrenamiento, Wilbur finalmente logró aumentar el flujo de tiempo del Hechizo de Confinamiento del Dragón a cien veces el del mundo exterior.