Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2887

En las dimensiones media y superior, donde existían innumerables cultivadores y la matanza diaria era común, se enviaban numerosos anillos de almacenamiento a diversos almacenes. Para refabricarlos, su funcionalidad solía destruirse, fundirse y transformarse en nuevos anillos.

Como resultado, los objetos originalmente contenidos en estos anillos solo podían fluir al Mar Espacial del Tiempo. Un cultivador con el privilegio de entrar en el Mar Espacial del Tiempo y seleccionar objetos poseía un gran tesoro.

Al salir del semiplano, Wilbur se llenó de alegría. Entonces miró la Armadura Ligera apilada en una caja e intentó reensamblarla mentalmente.

La Armadura Ligera percibió el aura de Wilbur y la reensambló automáticamente, pero cuando Wilbur la tomó, nuevamente se hizo pedazos. Resultó que, aunque la Armadura Ligera se volvió a armar bajo la percepción de Wilbur, realmente no se fusionó.

Aunque Wilbur podía crear una dimensión, no podía fusionar la Armadura Ligera. Esto lo desconcertó y decepcionó.

A la mañana siguiente, Wilbur y Heaton estaban sentados en la cima de una montaña nevada, tomando el sol y charlando. Heaton dijo: "Yo en realidad una vez tuve una mujer a la que amé profundamente. La traté muy bien. Más adelante, había pensado que había cambiado de opinión, pero en realidad, tuvo que ir en una misión especial, que probablemente era solo de ida. Para hacerme perder la esperanza, me envió a propósito un muñeco de nieve envuelto en cristal para humillarme, demostrando así su indiferencia".

Suspiró y continuó: "Metí el muñeco de nieve en un anillo de almacenamiento y, en un ataque de ira, lo destruí. Tras la muerte de Linda, su madre vino a verme y me contó la verdad. También me dijo que dentro del muñeco de nieve había una carta de Linda para mí. Si Linda regresaba, lo reclamaría. Si Linda no regresaba, la carta dentro del muñeco de nieve sería su último mensaje para mí. No sé qué estaba escrito en esa carta. Ja, pensándolo bien, no debí haber destruido ese anillo de almacenamiento".

Wilbur vio a Heaton sonrojarse con una expresión de arrepentimiento y dijo: "Así que de verdad te arrepientes".

"Sí, me arrepiento", Heaton asintió.

"Bueno, si pudiera ayudarte a encontrar ese muñeco de nieve, ¿me perdonarías los cincuenta millones de monedas de oro que te debo?".

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