Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 2895

El reloj fue especialmente diseñado para ser impulsado únicamente por la mejora del tiempo dimensional. La aguja del reloj permanecería perfectamente inmóvil con el mismo flujo de tiempo dimensional que el mundo exterior, sin moverse ni un centímetro.

El primer concursante salió del espacio cúbico completamente agotado. El sudor le corría por la cara. No pudo evitar caer al suelo en cuanto salió.

A continuación, el segundo concursante entró en el espacio cúbico. Movió la manecilla del reloj con la mente, y se adelantó tres cuartos de muesca. Sin embargo, solo retrocedió un cuarto de muesca.

El tercer concursante adelantó la aguja del reloj una muesca y la retrocedió un cuarto de muesca.

El cuarto concursante adelantó la aguja una muesca y la invirtió media muesca.

El quinto concursante adelantó la aguja una muesca y media, pero solo pudo invertirla media muesca.

...

Ocho de los concursantes participaron en la competición, y pronto llegó el turno del noveno concursante, Herbert.

"A continuación, démosle la bienvenida al concursante número nueve, Herbert, que entrará en el espacio cúbico para la prueba", dijo Sade.

Herbert levantó la mano en señal de reconocimiento. Luego se volvió para mirar a Wilbur. Dijo sonriendo: "No esperaba que viniera, señor Penn. Mucha suerte".

Los ocho concursantes anteriores mostraron expresiones de decepción al escuchar el anuncio. Sabían que habían sido derrotados, pero la declaración oficial les provocó una inesperada ola de consternación.

Entonces, el árbitro miró la tarjeta que tenía en la mano y dijo: "A continuación, demos la bienvenida al décimo concursante, Wilbur Penn, que entra en el espacio cúbico para la prueba. También es el último concursante de esta competencia, y su actuación determinará el resultado del encuentro de hoy. Por favor, permanezcan atentos".

Wilbur entró en el espacio cúbico y extendió la mano izquierda. El reloj levitante voló hasta su palma. El árbitro inició la cuenta atrás en ese momento: "Tres, dos, uno, ¡empieza!".

Todos los ojos estaban puestos en Wilbur en ese momento. Wilbur liberó una oleada de poderosa energía en cuanto el árbitro terminó de hablar. Esta inmensa energía barrió el espacio como las olas del océano, e instantáneamente, el flujo del tiempo dimensional comenzó a cambiar. La manecilla del reloj empezó a moverse