Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 357

Wilbur sonrió. "No, no es eso. Es que no quiero que se rompan las cosas que hay aquí. Pueden pelear afuera".

"Realmente tienes un jodido deseo de muerte, ¿verdad?". Howard estaba lívido, agitando una mano para indicar a sus hombres que cargaran contra Skyler.

Estos hombres eran claramente diferentes de los hombres de Ed. Eran mucho mejores luchadores y sabían cómo planear sus ataques.

Skyler se puso en pie, abriéndose paso hacia los hombres en un abrir y cerrar de ojos. Lanzó unos cuantos puñetazos y envió a los matones volando contra la pared, que luego se desplomaron en el suelo; claramente afectados por heridas internas.

Howard estaba conmocionado. Para entonces, Skyler se había acercado a él. Skyler levantó a Howard y lo lanzó fuera de la cafetería.

Antes de que Howard pudiera reaccionar, Skyler empezó a darle bofetada tras bofetada.

Howard se quedó estupefacto de un bofetón, sin saber lo que acababa de pasar.

Unas quince bofetadas más tarde, Skyler se detuvo y volvió a enderezarse. "¡Qué gracioso! ¿Por qué alguien como tú intenta hacerse el héroe?".

Wilbur salió del café, mirando fijamente a Howard en el suelo. "Te has pasado de la raya, comportándote así solo porque sabes luchar".

Howard sacudió con fuerza la cabeza, intentando aclarar su visión.

No esperaba que lo humillaran así por un incidente sin importancia. ¿Cómo iba a recuperar su reputación?

"¡No te vuelvas demasiado engreído todavía! Todavía tengo gente mucho más poderosa en camino", gruñó Howard.

Skyler levantó las cejas. "¿Todavía no estás dispuesto a rendirte, eh? Entonces, ¡ven a por mí! Hoy te daré una lección".

Dio un paso adelante, preparándose para darle una buena paliza a Howard.

¿Cómo se atrevían unos matones de poca monta a comportarse así delante de un cultivador de nivel Ambiente como él?

Sin embargo, Wilbur contuvo a Skyler frunciendo el ceño. "Supongo que él tampoco es el verdadero jefe aquí. Haz que venga. Lo estaré esperando".

Wilbur y Skyler tampoco sabían qué decir. Ninguno de los dos había esperado que esto saliera de un matón cualquiera.

A fin de cuentas, tenía sentido. Esa gente estaba acostumbrada a salirse con la suya solo porque se creían poderosos.

Wilbur miró al dueño del café escondido en un rincón. "No pasa nada. Serás compensado por esto. Te lo prometo".

El dueño del café solo pudo asentir, sin atreverse a decir una palabra. Las cosas estaban fuera de su control y estaban yendo más allá de su comprensión.

Wilbur y Skyler terminaron por fin de comer, charlando de vez en cuando mientras esperaban.

Media hora más tarde, un Bentley se acercó lentamente a la cafetería.

Un hombre de mediana edad vestido de traje salió del coche, con dos tipos corpulentos que lo seguían como guardaespaldas.