Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 386

El repartidor recibió su pedido y accedió al instante.

"Dile a Shawn Weiss que indemnice a los Lester con doscientos millones de dólares. Se considera un castigo leve", dijo Wilbur con frialdad.

El personal de reparto también accedió rápidamente, así que Wilbur hizo un gesto con la mano para que lo dejaran marchar.

Volvieron a la villa y Wilbur dijo que iba a marcharse. Chad y Wallace se resistieron a dejar que se fuera. Tenían que hacer que Wilbur se quedara.

Wilbur no pudo evitarlo y decidió pasar la noche allí. A la mañana siguiente, cuando se despertó, vio a Wallace arrodillado delante de su puerta e intentó atravesarla.

"¿Qué haces?". Wilbur se apresuró a ayudarlo a levantarse.

Chad se adelantó y dijo: "Señor, por favor, acepte a Wallace como su ahijado. Es travieso, pero tiene buen corazón. Por favor, permítale servirle y recompensarle por salvarnos la vida".

Wilbur sabía lo que quería decir. Los Lester tendrían a alguien en quien confiar si él aceptaba a Wallace. Ya no tendrían que temer a nadie.

Pero, ¿por qué debería ser el padrino de alguien? Aún era un hombre joven. Seguramente se convertiría en el hazmerreír de todos si se divulgaba la noticia, ¿verdad?

Wilbur se rio y dijo: "Entiendo lo que quieres decir. Le hice una promesa a Wallace en Ciudad Seecher para ayudar a tu familia. Me prometió que me daría el mineral y que sería como su hermano mayor. Creo que deberíamos cumplir ese compromiso".

"¿En serio?". Chad se alegró al instante. Era mucho mejor que Wilbur fuera el padrino de Wallace. Les traería aún más gloria.

"Presenta tus respetos por tu hermano jurado", ladró Chad a Wallace.

Wallace se arrodilló respetuosamente al instante. Wilbur se apresuró a detenerlo y le dijo: "No es necesario. Por favor, levántate".

Wilbur ayudó a Wallace a levantarse y luego expresó su deseo de marcharse. Chad y Wallace no querían que se marchara, pero no se atrevieron a impedírselo otra vez.

Chad indicó a Wallace que llevara a Wilbur de vuelta a Ciudad Seecher, pero este se negó.

Tardaría más de diez horas en conducir y solo varias horas si cogía el tren. No tenía tiempo que perder.

Parecía que Wallace apenas entendía. Se veía bastante confundido.

Chad dijo: "Wendy tiene razón. Tienes que ser auténtico, te diga lo que te diga. No te plantees otra cosa".

"Entendido". Wallace asintió.

Wilbur encontró su asiento en el tren, pero se dio cuenta de que un joven de pelo rubio ocupaba el suyo.

"Señor, creo que este es mi asiento", dijo Wilbur.

El rubio lo ignoró. Estaba mirando a dos hermosas jóvenes frente a él. Gritó: "Lárgate".

"¿Qué dijiste?". Wilbur parecía disgustado.

El rubio se volvió hacia Wilbur y le dijo: "Te dije que te largaras. ¿No me escuchaste?".