Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 394

Miraron a Wilbur y volvieron a sentarse de mala gana.

Buff dio un sorbo a su té antes de explicar con calma: "Jovencito, probablemente no seas consciente de esto. Antes nos peleábamos para llegar a lo más alto, pero ahora que soy mayor y ya no quiero tener las manos manchadas de sangre. Así que será mejor que te comportes. Podemos hablar de esto pacíficamente. No me hagas recurrir a la violencia".

Wilbur se rio y dijo: "De acuerdo. Pero me pides diez millones de dólares como indemnización. ¿No es demasiado?".

"¿Demasiado?". Buff se rio y dijo: "Es solo una compensación. No te estoy pidiendo que compres la fábrica. Estoy siendo amable porque no podrías irte sin pagar al menos treinta millones de dólares en el pasado".

Wilbur guardó silencio un momento antes de decir lentamente: "Parece que eres todo un tirano aquí".

"Yo no diría eso, pero la gente respeta el nombre de Buff Lestrade, ¿de acuerdo?".

Wilbur dijo: "Déjame ver cómo están mis hombres primero. Podemos negociar más si están a salvo".

"Bien. Todo está bien si estás dispuesto a conseguir el dinero". Entonces, Buff hizo una llamada. Scott entró con Gage y los tres conductores.

Gage tenía la cara magullada y los conductores también estaban muy golpeados.

Wilbur se molestó de inmediato. Preguntó: "¿Sigues pidiendo dinero después de darles una paliza?".

"Joven, esto es solo una advertencia. Acabarás peor si no cumples", amenazó Buff con frialdad.

Wilbur se burló y dijo: "Tienes dos opciones. Primero, compénsalos con diez millones de dólares en concepto de honorarios médicos, luego me iré con mi mineral y estaremos en paz. Si no, les romperé las piernas antes de irme con mis pertenencias".

Buff y sus compañeros se sorprendieron por un momento antes de estallar en carcajadas.

El hombre de las mangas cortas se reía tanto que casi se doblaba. Era como si hubieran oído el chiste del siglo.

Los tres consiguieron recuperar el aliento al cabo de un rato. Buff miró a Wilbur y sacudió la cabeza, diciendo: "Eres un joven imprudente. En el pasado, ya te habría desangrado".

"Bueno, no puedo ser joven sin ser un poco imprudente, ¿no?", sonrió Wilbur.

"¿Ah, sí? Muéstrame lo que tienes", provocó Wilbur.

Buff jadeó y dijo amenazante: "Serás carne muerta cuando llegue el señor Dinamarca del distrito Sol del Este".

"Pues date prisa. No tengo tiempo que perder aquí", dijo Wilbur.

Buff se levantó con dificultad, salió y empezó a llamar por teléfono.

Los demás recuperaron lentamente el aliento y se esforzaron por arrastrarse fuera de la habitación, escondiéndose lejos.

Gage se inclinó ante Wilbur en ese momento y le dijo: "Gracias por salvarnos, señor".

"De nada. Trabajas para mí, así que seré responsable de ti cuando haya problemas. Siéntense y descansen un rato", dijo Wilbur despreocupadamente.

Gage y los tres conductores se sentaron en el sofá agradecidos y dejaron escapar un largo suspiro de alivio.