Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 396

Wilbur miró a Zimmer y frunció el ceño. Preguntó: "¿Nos conocemos?".

"Señor, asistí a la fiesta organizada por el clan Owens, así que fui testigo de su gloria", dijo Zimmer con cautela.

Fue una batalla inolvidable para Zimmer.

Wilbur era como un dios que mató al cultivador demoníaco de nivel Santo, Jeremy Owens. Era muy poderoso.

A Zimmer le resultaba difícil alcanzar la altura de un individuo tan poderoso. Nunca alcanzaría ese nivel de poder en su vida y se pasaría toda la vida admirando a Wilbur.

Wilbur asintió lentamente. En aquella época había cientos de personas, así que no podía acordarse de todos.

"Parece que Buff Lestrade te ha pedido que vengas".

Zimmer se apresuró a decir: "¡No me atrevería! Solo me enteré por Buff de que alguien había dañado el equipo de la fábrica y les había golpeado. Me pidió ayuda, así que he venido a averiguar qué ha pasado. No esperaba que estuviera aquí, señor".

"¿Le crees?", preguntó Wilbur despreocupadamente.

Zimmer interrumpió respondiendo: "De ninguna manera. Señor, ¿cómo podría tener algo que ver con una basura como Buff? Debe de haber hecho algo malo para que esté usted aquí. Solo tiene que decir la palabra y lo castigaré, señor".

Buff sintió un escalofrío al oír aquello y se desplomó en el suelo.

Por fin se dio cuenta de lo aterrador que era Wilbur en realidad. Después de todo, Zimmer Dinamarca ya era una élite para él.

Que una élite como Zimmer Dinamarca se arrodillara así delante de aquel hombre solo servía para demostrar lo terroríficamente poderoso que era Wilbur en realidad.

No podía creer que hubiera provocado a alguien así. Se sintió mareado y temió que no le quedara mucho tiempo de vida.

De repente, Wilbur dijo despacio: "Que se explique él en su lugar".

Zimmer gritó inmediatamente a Buff: "¡Buff Lestrade, di la verdad! Si te atreves a mentir, ¡te mataré en el acto!".

Buff palideció ante la mención de aquello. Zimmer se levantó de repente y caminó junto a Buff.

"Señor Dinamarca, por favor, no lo haga. Señor Dinamarca, ya ha dicho que lo olvidemos, así que perdóneme, por favor", gritó Buff aterrorizado.

Sin embargo, Zimmer se burló fríamente y le dio una patada en las piernas. Sus piernas se partieron al instante.

Buff gritó de dolor al instante.

El suelo ensangrentado hizo que Gage y los tres conductores giraran la cabeza hacia otro lado. No podían soportar mirar.

Los subordinados de Buff estaban tan asustados que todos se arrodillaron en el suelo, temblando incontrolablemente.

Wilbur dijo lentamente: "Zimmer Dinamarca".

"¿Cuáles son sus órdenes, señor?". Zimmer se apresuró a inclinarse.