Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 426

Muy pronto, decenas de miles de trabajadores irrumpieron en la sala de control. Inmediatamente, desplazaron a los guardias y el supervisor fue molido a palos y casi arrojado desde el último piso.

Esto sucedió en todas y cada una de las fábricas y empresas propiedad de la Corporación Visón Primavera, hasta el punto de que estaban casi en completo desorden.

...

Esa noche.

Un Audi A6 estaba estacionado junto a un lago en las afueras de la ciudad.

Un Bentley S500 se acercó y de él salió Joel William. Se acercó al Audi, inclinándose hacia la ventanilla trasera.

La ventanilla del Audi bajó hasta la mitad.

Joel habló de inmediato: "Señor Borghetti, estoy seguro de que está al corriente de todo lo que le está ocurriendo últimamente a la empresa".

"No tengo muy claros los detalles".

"Es ese bastardo, Maníaco. Contrató a algunas personas para jodernos. Mi empresa está en ruinas ahora mismo".

"¿Joderte? ¿Cómo?".

"Ha estado desenterrando ciertos asuntos. Están pidiendo las unidades que han pagado, mis trabajadores están en huelga, insistiendo en que les suban el sueldo y se quejan de la cantidad de horas extra que han estado haciendo... ¡Deberían estar agradecidos de tener siquiera un trabajo en primer lugar! Cómo se atreven".

"¿Estás seguro de que eres completamente inocente? ¿Les diste sus unidades a tiempo? ¿Les pagaste a tus empleados un salario justo y les compensaste por sus horas extras?".

"Quiero decir... Señor Borghetti, usted sabe que tengo las manos atadas. Tengo que hacer las cosas así. Así es como todo el mundo hace las cosas también. Es la norma".

"Deja a los demás fuera de esto. Este es tu propio problema. Será mejor que lo arregles cuanto antes o nadie podrá ayudarte".

"Señor Borghetti, todo lo que tiene que hacer es decir una palabra o dos, y estoy seguro de que Maníaco dejará de hacer lo que está haciendo. Si no, ¡esos trabajadores idiotas nunca habrían tenido el valor de protestar!".

"Deberías resolver tus propias quejas. No tengo tiempo. Además, tengo a uno de mis hombres para devolverte el regalo que me enviaste. Por favor, no me metas en nada de esto en el futuro".

La ventanilla volvió a subir mientras el Audi se alejaba. Joel se quedó allí de pie.