Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 455

Félix no pudo evitar el ataque a tiempo y gritó de dolor mientras luchaba por quitarse a la mujer de encima.

Sin embargo, la loca se negó a soltarlo, hundiendo sus dientes más profundamente en el brazo de Félix.

El dolor hizo que Félix perdiera la compostura y lanzó un puñetazo a la nariz de la mujer en un arrebato de indignación.

Se oyó un chasquido nauseabundo cuando la nariz de la loca empezó a sangrar, pero aun así se negó a soltarle.

Félix aulló fuertemente por el dolor, y los otros hombres finalmente salieron de su estupor para apartar a la loca y atacarla.

Wilbur se adelantó de inmediato. Arrojó a los hombres que sujetaban a la loca a un lado, luego la agarró y retrocedió unos pasos.

Félix gritó de dolor, con un aspecto absolutamente lamentable.

Resultó que la loca le había arrancado de un mordisco un trozo entero del brazo.

Félix, enfurecido y dolorido, se agarraba el brazo.

Al otro lado, sin embargo, la loca lo miraba con desprecio mientras empezaba a masticar el trozo de carne que le había arrancado del brazo, tragándoselo allí mismo.

La mirada de la loca asustó a los demás espectadores.

Incluso los hombres de Félix y Wyatt no pudieron evitar sentir un escalofrío recorrer sus espinas dorsales.

Wilbur tenía las cejas fruncidas, mirando a la loca sin habla.

Justo entonces, Félix gritó: "¡Ya lo vieron! ¡Siguen siendo violentos delante de los funcionarios y la policía! Señor, ¡arreste a toda esta gente, incluida esta p*ta loca!".

Wilbur y Skyler protegían a Lucy detrás de ellos, con rabia en los ojos. La vista parecía pacífica para los espectadores, pero definitivamente se estaba gestando una tormenta.

De repente, Félix y Wyatt sintieron una presión abrumadora.

Wilbur continuó: "Ustedes dos conspiraron entre sí y vaciaron a este ya pobre pueblo de lo poco que les quedaba. Causaron estragos a diestro y siniestro a expensas de la gente del pueblo e incluso usurparon un fondo público utilizado para construir una escuela para su bienestar. ¡Ustedes dos son absolutamente despreciables!".

Haber sido expuesto continuamente por Wilbur hizo que Wyatt finalmente explotara.

Gritó: "¡Bastardo! Atacaste a todas estas personas y ahora me acusas sin pruebas. Ese es otro crimen. ¡Arréstenlos ahora mismo!".

El jefe de los policías presentes, un hombre de unos cuarenta años, parecía vacilante.

"¿Arrestarme?". Wilbur sonrió satisfecho. "¿No solo no estás dispuesto a arrepentirte, sino que además quieres que me arresten a mí? ¿De verdad te crees el jefe de este lugar?".