Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 58

Will terminó la llamada, luego respiró hondo antes de acercarse lentamente a Wilbur y hacerle una gran reverencia. "Lo siento mucho, señor Penn. He sido muy tonto al ofenderlo. Por favor, castígueme como crea apropiado".

El gesto de Will dejó a todos estupefactos.

Sammy, Steve y todos los hombres de la sala se quedaron boquiabiertos.

Incluso Nancy estaba conmocionada. Ella no sabía lo que acababa de suceder. ¿Por qué la actitud de Will había cambiado por completo en un abrir y cerrar de ojos?

Wilbur era el único que sabía lo que había pasado gracias a sus sentidos reforzados.

Él escuchó cada una de las palabras de la conversación entre Will y su padre.

Wilbur lo vio y frunció el ceño. "No te haré pasar un mal rato. Ya que te disculpaste, te perdonaré".

"Gracias, señor. Deme un segundo. Mi padre vendrá enseguida a pedirle disculpas personalmente", dijo Will con cuidado.

Aquellas palabras volvieron a conmocionar a todos. No podían entender qué podía haber pasado para que alguien como Will se mostrara tan respetuoso repentinamente con aquel joven.

¿Qué iba a ser del orgullo del clan Torrent con la forma en que Will estaba actuando? También había otras personas alrededor. Era como una bofetada al clan.

Sin embargo, Will sabía que alguien capaz de dominar a los tres clanes y hacer que su padre dijera algo así era mucho más aterrador de lo que cualquiera de los hombres de la sala podía entender.

En un momento así, lo mejor que podía pasar era esperar el perdón de Wilbur para evitar traer la tragedia al clan Torrent. Su orgullo ya estaba fuera de toda consideración.

Steve no era tonto, así que se calló de inmediato al notar la expresión en el rostro de Will.

Sin embargo, Sammy no lo entendía en absoluto y empezaba a sentir que Will era un poco inútil.

"Oiga, señor Torrent. ¿Qué le pasa al clan Torrent, eh? Le tienes tanto miedo a todo. ¿Cómo se supone que vamos a trabajar juntos?", dijo Sammy en tono despectivo.

Will aún tenía que dar la cara por él y devolverle su orgullo, y no iba a echarse atrás hasta que eso ocurriera.