Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 598

Wilbur sonrió para ser cortés, pero Xaron no le devolvió la sonrisa. Frunció el ceño y preguntó: "Señor Penn, ¿verdad? ¿Sabes que la señorita Yves es la prometida del señor Yaegar?".

"No lo sé", respondió Wilbur con indiferencia.

Xaron frunció el ceño y dijo: "Pues ahora ya lo sabes. Sal de aquí inmediatamente o sufrirás una muerte horrible".

Dos guardaespaldas de traje negro aparecieron silenciosamente a su lado mientras hablaba, mirando a Wilbur todo el tiempo.

Wilbur los miró y luego volvió a mirar a Xaron, diciendo lentamente: "Los que se atreven a hablarme así no acaban bien. Te sugiero que lo reconsideres antes de volver a hablar".

"Él es mi novio, señor Clark. ¿No cree que se está pasando de la raya?", preguntó Faye con enfado.

Xaron simplemente sonrió y dijo: "Lo siento, señorita Yves. No pretendía faltarle el respeto, pero debe saber que su abuelo ha aceptado su compromiso con el señor Yaegar y, sin embargo, usted está cenando en un hotel con un hombre cualquiera. Esto solo va a dificultar que se enfrente a su familia si se sabe la noticia. Además, también será embarazoso para el señor Yaegar".

"No voy a comprometerme con el señor Yaegar, así que no tiene que preocuparse por eso, señor Clark", dijo ella cortésmente.

Xaron sacudió la cabeza. "Ya sabe quién es el señor Yaegar. Siempre consigue lo que quiere y no permite errores. Solo me entrometí en este asunto porque me encontré con usted. Le estoy pidiendo a él que se vaya sano y salvo por su propio bien. No debería enfadarse con su familia. Muchas chicas sueñan con casarse con el señor Yaegar. No es un insulto a los Yves".

Xaron estaba siendo educado, ya que pensaba que los Yves tenían suerte de relacionarse con los Yaegar.

"Tengo novio y mañana lo llevaré a casa para que conozca a mi abuelo. No voy a conocer al señor Yaegar", dijo Faye con determinación.

Xaron frunció el ceño al instante al oír aquello. Se volvió para ordenar a sus hombres al cabo de un momento: "Informen al dueño para que desaloje el local. Yo correré con todos los gastos".

"Sí, señor", uno de los guardaespaldas se dirigió a buscar al dueño del restaurante.

Pronto, un hombre de mediana edad y unos cuantos encargados empezaron a pedir a los clientes que se marcharan. Algunos de los clientes estaban descontentos, pero se marcharon inmediatamente después de oír hablar de Xaron Clark. Solo quedaron en el restaurante Wilbur, Faye, Xaron y sus hombres.