Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 627

Los ojos del anciano se abrieron de golpe y su mirada se posó en el licor junto a Justin. Lo cogió de un tirón, sacó el corcho y bebió su contenido como si estuviera hambriento.

Cuando terminó, el anciano se limpió la boca y miró a Justin. "¿Qué pasa?”.

"Hay alguien a quien me gustaría que matara, señor", dijo Justin.

El anciano miró a Justin. "Debe de ser muy poderoso para que vengas a pedirme ayuda".

"Sí. Creo que es un cultivador de nivel Santuario", dijo Justin.

El anciano soltó una carcajada. "Ustedes, los jóvenes, se están volviendo valientes, ¿verdad? Te metiste con un cultivador de nivel Santuario, ¿eh?".

"Necesito a este hombre muerto. Por favor, ayúdeme solo esta vez, señor", dijo Justin.

El anciano guardó silencio por un momento, antes de decir: "Cuidaste muy bien de mi familia en la última década, dándome tiempo y espacio para concentrarme en el cultivo. Te lo agradezco, pero no debería tener que matar a un Santuario para expresar mi gratitud".

La cara de Justin cayó de inmediato, pero aún así dijo: "Muy bien, entonces. No le estorbaré más, señor".

Se puso en pie, haciendo una reverencia al anciano, y se dio la vuelta para marcharse.

Justo entonces, el anciano dijo: "Pero yo también he sido un cultivador de Santuario máximo durante más de una década. Puede que necesite una batalla para alcanzar nuevas cotas en mi cultivo. Déjame preguntarte esto. ¿Es muy poderoso?".

"Yo creo que sí. Fue capaz de herir a tres cultivadores de nivel máximo de Ambiente con un solo movimiento", dijo Justin.

El anciano se rio. "Nivel Santuario venciendo a nivel Ambiente no es realmente una batalla justa. Bien, dime su nombre y dirección y le haré una visita. Espero que no me decepcione".

Justin prácticamente se iluminó. "Se llama Wilbur Penn, es el propietario de Cabo International en Ciudad Seecher. También se hace llamar Trevor Penn, jefe de la Asociación de Cultivadores de la Provincia de Kardon y mandamás de la provincia de Kardon".

Estaba claro que Justin investigó a Wilbur.

Sin embargo, poco después de acostarse, algo le vino a la mente.

Wilbur se incorporó de golpe, entró en su semiplano y cogió el Hueso de Cristal.

Desde que lo consiguió, estaba dudando entre aportar el Hueso de Cristal al Altar del Dragón o absorber su energía.

Sería una contribución brillante, ya que contenía una inmensa energía que superaba a la del Embrión de Sangre que consiguió.

Pero también contenía una energía pura que Wilbur sabía que llevaría sus poderes a otro nivel si la absorbía.

Después de pensarlo durante un largo rato, decidió aportarlo al Altar del Dragón. En comparación, aquel viejo dragón tenía cosas mucho más tentadoras que ofrecerle.

Con un suspiro, Wilbur colocó el Hueso de Cristal al Altar del Dragón.