Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 636

Todos quedaron conmocionados, pero Wilbur lanzó un grito. Su cuchilla de trueno se iluminó con un rayo y una llama plateada, golpeando a las figuras.

Las figuras gritaron al mismo tiempo: "¿Cómo te atreves?».

Las cadenas y la horca descendieron sobre Wilbur.

De repente, sus armas se vieron envueltas en llamas espirituales grises y muchas runas se materializaron a su alrededor. Una fuerte oleada de energía empezó a envolver a Wilbur.

Wilbur podía sentir que las armas que sostenían las dos figuras también podían dañar su espíritu.

En el momento en que fuera encerrado por ellas, o golpeado en absoluto, su espíritu sería atacado directamente. Un cultivador normal no habría podido resistirlo en absoluto. Así que, mientras atacaba, añadió su propio poder espiritual a su cuchilla de trueno.

Frente a un ataque espiritual, la mejor forma de contraatacar era con uno propio. Entonces, dependería de quién fuera más fuerte.

De repente, Wilbur asestó dos cortes, usando toda su fuerza mientras atacaba a las apariciones. No parecía importarle en absoluto sus armas descendentes. Parecía dispuesto a hacerse daño para atacarlos.

Sin embargo, esas dos apariciones no eran más que invocaciones de Sullivan, o existencias solidificadas mediante técnicas secretas. Aunque los eliminara, Sullivan no sufriría tanto daño.

Sin embargo, ¿qué haría Wilbur si fuera alcanzado por esos ataques?

La docena de cultivadores de más de Nivel Ambiente que allí se encontraban no podían evitar sentirse ansiosos por Wilbur.

En un instante, la cuchilla de Wilbur se clavó en las apariciones, y las armas de ellas descendieron también sobre Wilbur.

En el rostro de Sullivan se dibujó una sonrisa.

Mientras tanto, las dos apariciones desaparecieron bajo el rayo.

Sin embargo, una enorme oleada de energía espiritual salió disparada, asaltando el alma de Wilbur. Era como un fantasma enloquecido que no se dejaba detener.

Aquel ataque no podía verse en absoluto, pero su intensidad no era inferior a la de un ataque con toda la potencia de un cultivador de nivel Santuario.

Sin embargo, en ese momento, el tremendo espíritu de Wilbur comenzó a activarse. En su mente, una oleada de llamas plateadas surgió.