Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 648

Wilbur se rio entre dientes. "Está bien. Te diré si estoy interesado en algo. ¿Vas a pujar por mí entonces?".

"Mocoso". Leonard se rio y encendió su computadora. Después de trabajar un rato, dijo con orgullo: "Transferí cien millones al organizador. Le daré una lección a Amon esta noche".

"Leonard, ¿cuáles son los procedimientos para esta subasta? Suena emocionante", Wilbur preguntó.

Leonard se rio entre dientes y encendió un cigarro. "Se muestran hierbas raras en esta subasta cada año. Estas hierbas suelen ser las que crecieron durante miles de años. Los cultivadores arriesgan sus vidas para recolectar estas hierbas para la subasta, por lo que los precios pueden subir extremadamente. Todos pelean por las hierbas para producir medicinas de alta calidad y también para mostrar su riqueza".

"Ya veo", Wilbur asintió.

"Si estás interesado, camina por el mercado. Necesito descansar un poco. Va a ser una noche emocionante", Leonard dijo.

Wilbur estuvo de acuerdo y se puso de pie, ya que estaba desesperado por salir y explorar.

Sin embargo, mientras bajaba las escaleras, vio a Leonard entrar a su habitación con dos mujeres.

Wilbur sacudió la cabeza y pensó: ‘Este tipo es todo un playboy’.

Al salir del Salón Real de Hierbas, Wilbur comenzó a deambular.

Como era de esperar de una ciudad conocida por su negocio farmacéutico, había hierbas que Wilbur ni siquiera podía nombrar.

Sin embargo, no se sorprendió mucho, ya que la hierba más valiosa que pudo encontrar en el mercado solo había crecido hasta los cien años, lo que estaba lejos de ser suficiente para ser considerada un sacrificio suficiente.

Por la noche, Wilbur, que no encontró nada que buscaba, regresó decepcionado al Salón Real de Hierbas.

Catelyn tenía unos treinta años y era bastante atractiva. Wilbur no entendía por qué Leonard se acostaba con tantas mujeres hermosas a su alrededor.

En ese momento, Leonard miró la hora y se dio cuenta que iba tarde, por lo que les dijo a todos que bajaran y Catelyn llevó al grupo al edificio más alto de la ciudad.

Diez minutos más tarde, salieron del coche y entraron al edificio.

La entrada estaba vigilada y los guardias inmediatamente le abrieron paso a Leonard apenas lo vieron.

Llegaron a un espacioso salón de eventos donde se vio a decenas de personas sentadas en el interior, conversando tranquilamente.

Leonard, Catelyn, Wilbur y las otras dos mujeres salieron al pasillo y se sentaron en la primera fila.