Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 710

Por un segundo, Wilbur sintió que estaba a punto de morir.

Su energía espiritual fue drenada, e incluso su poderosa alma no fue capaz de resistir el ataque del poder mortal.

Su alma empezó a desintegrarse, su conciencia a desvanecerse.

En el último segundo, el más crítico, una voz resonó en su alma.

"El alma está siendo atacada. Invoca el poder del Divino Dependiente".

Una llama dorada se encendió en el Árbol de Alma.

El poder de la muerte se vio rápidamente obligado a retroceder ante estas llamas doradas, consumiéndose por completo sin dejar rastro.

El Árbol de Alma se iluminó con nuevas llamas, y la misma voz misteriosa sonó una vez más.

"El poder del Divino Dependiente se consumió. Ahora se le retirará el título".

Wilbur recobró la conciencia, antes de recordar…

Obtuvo el título de Divino Dependiente hace algún tiempo, durante una de sus ofrendas.

Pensó que este título era completamente inútil e incluso maldijo bastante a aquel viejo dragón.

Pero ahora, Wilbur prácticamente adoraba a ese viejo dragón.

Todo lo que el viejo dragón le dio a Wilbur le resultó útil, algunas de sus bendiciones se consideraban incluso milagrosas.

Este título de Dependiente Divino, también, le salvó la vida.

Gracias, Dios Dragón.

Y así, Wilbur se despertó.

Vio a Logan a punto de matar a Ryder e Isabella, y de ninguna manera iba a dejar que eso sucediera.

Podría estar sin energía espiritual.

Pero aún tenía su energía de dragón, energía de trueno y energía espíritu.

El Puñetazo de Dragón fue demasiado para Logan, que fue derribado de inmediato.

Wilbur miró fríamente al hombre, al malvado y despiadado bastardo.

Wilbur recogió el Cetro de la Muerte, le dio un vistazo antes de arrojarlo a su semiplano. Luego miró a Lily.

Lily estaba petrificada. Ni siquiera se atrevía a mirar a Wilbur, retorciéndose los dedos con ansiedad.

Wilbur no entendía cómo alguien con tanto poder podía ser tan cobarde.

Caminó hacia Lily, haciendo todo lo posible por parecer lo más amistoso posible.

"No te preocupes, no voy a hacerte daño", dijo Wilbur.

La chica le robó una mirada a Wilbur, bajando la cabeza apresuradamente justo después. Sin embargo, parecía que ahora estaba un poco menos asustada.

"¿Podrías decirme de qué conocías a ese tipo?". Wilbur se detuvo a unos cinco metros delante de Lily, haciéndole la pregunta en un tono suave y amable.

Lily bajó la cabeza, su voz apenas audible. "Soy huérfana. El Clan Gonzalez me acogió cuando era pequeña, y después me obligaron a seguir a Stephen para ayudarlo".

"Ya veo", dijo Wilbur. "¿A qué se dedica el Clan Gonzalez?".

La cabeza de Lily seguía inclinada cuando dijo: "Son hombres de negocios. Antigüedades y cosas así... A Stephen le encantaba coleccionarlas".

"¿Le tienes miedo?", preguntó Wilbur.