Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 729

Todas las espadas fueron destruidas, flotando en el aire en forma de energía espiritual.

En ese momento, Cyrus desapareció una vez más.

Wilbur se quedó quieto, firme.

Cyrus parecía haber desaparecido por completo.

Sin embargo, junto a Wilbur, el aire se onduló cuando la Espada Fantasma se movió lentamente hacia Wilbur.

Una amplia y enloquecida sonrisa apareció en el rostro invisible de Cyrus.

La Espada Fantasma tenía la capacidad de descomponer cualquier cosa, así como de asumir los poderes de la persona que la agarraba. En el caso de Cyrus, su invisibilidad.

Cualquiera que tuviera el más mínimo contacto con la Espada Fantasma estaría en condición crítica de inmediato.

Wilbur podría ser poderoso, pero Cyrus no estaba preocupado en lo más mínimo.

Cyrus estaba seguro de que era imparable con la Espada Fantasma.

En ese momento, hasta cien ninjas habían rodeado a Yumi y a los demás.

Yumi agarró sus espadas, explotando con energía de nivel Santuario mientras atacaba salvajemente a los ninjas.

Sin embargo, había demasiados y Yumi aún tenía sus propios hombres de quienes cuidar. Por eso no pudo vigilar la batalla de Wilbur contra Cyrus.

Justo cuando la Espada Fantasma había llegado a la cintura de Wilbur, y Cyrus estaba a punto de hundirla, un rayo de luz plateada salió disparado, golpeando a un Cyrus invisible en la frente.

Cyrus se sintió abrumado por un mareo y su invisibilidad se desvaneció a medida que se mostraba.

"Dame eso".

Wilbur gritó las palabras, arrebatándole la Espada Fantasma antes de hundir el cuchillo en su cintura.

Cyrus apenas pudo contener su sorpresa y tropezó hacia atrás con todas sus fuerzas.

Logró evitar el ataque de Wilbur por un pelo.

Cyrus miró fijamente a Wilbur, incrédulo y en shock.

"¿Cómo me percibiste?", gritó salvajemente.

No había cura para los poderes de descomposición una vez que entraron en su cuerpo, ni siquiera si estaba en el nivel Santuario.

Wilbur había sido derrotado y Cyrus ahora tenía nuevamente la Espada Fantasma. Todos ellos estaban acabados.

De repente, el pecho de Yumi se llenó de impotencia.

En ese momento, los ojos de Beany brillaron con una mirada de dolor desde donde había estado detrás de Yumi todo el tiempo.

La daga en las manos de Beany, sin embargo, se había abierto paso sin piedad en la espalda de Yumi.

Había atravesado su piel cuando Yumi se dio cuenta.

Se abalanzó hacia adelante en estado de shock, matando a los pocos ninjas frente a ella antes de girarse para mirar a Beany con sorpresa.

"Por favor, perdóneme, Señora".

Beany cayó hacia atrás cuando una herida gigantesca apareció en la espalda de Yumi, emitiendo un hedor fétido.

La daga estaba envenenada.