Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 771

El hombre se burló. "Mi nombre es Pierce Zeeto. Soy uno de los cultivadores nivel Santuario del clan Zeeto, ¿qué puedes hacerme?".

"Eres un verdadero pedazo de mierda, ¿sabías? Dirás cualquier cosa para complacer a esta vieja, ¿no?", Wilbur dijo con desdén.

Pierce se sonrojó por la franqueza de Wilbur, pero rápidamente recuperó la compostura. "Realmente no sé cuál es el punto de discutir con un hombre que está a punto de morir. Espero que tu alma disfrute de sus últimos momentos en agonía. Veremos si entonces sigues siendo tan arrogante".

"La esfera de hechizos de mi clan es capaz de quemar tu alma en la oscuridad por miles de años, y estás a punto de comenzar", el otro cultivador gritó también.

"¿Supongo que tú también eres uno de los Zeetos?".

"Así es. Mi nombre es Orzo Zeeto. No te olvides de mi nombre por si necesitas gritar uno más tarde cuando tu alma sea torturada", Orzo sonrió.

Wilbur se rio entre dientes y sacudió la cabeza. "Ustedes dos hacen un buen dúo, ¿no? Bueno, están a punto de descubrir los tontos acaban de ser".

"¡Al diablo contigo, Trevor Penn!".

Angie aulló en voz alta y las seis esferas de hechizos se dispararon hacia Wilbur.

Las llamas contenían un poder aterrador que hizo que la temperatura que los rodeaba cayera a un ritmo alarmante.

Todas las plantas alrededor se congelaron y murieron, convirtiéndose en cenizas que se esparcieron por el suelo.

Al mismo tiempo, Wilbur dejó escapar un rugido. Las runas de su cuerpo se iluminaron cuando golpeó con su espada.

Una ráfaga de viento se levantó y sacudió el suelo en un radio de cien metros.

No hubo ningún sonido ensordecedor ni ninguna explosión.

La espada de Wilbur chocó con las llamas antes de desaparecer rápidamente.

Sin embargo, bajo el aterrador dominio de Wilbur, los seis chorros de fuego negros también se extinguieron. En el aire flotaron mechones de energía espiritual desenfrenada, trayendo consigo vientos aullantes.

"¿Eso es todo lo que tienes para mostrar, joven?", Angie gritó, agitando la vara en su mano.