Resumo de Capítulo 796 – Viviendo con Mi Jefa Esposa por Internet
Em Capítulo 796, um capítulo marcante do aclamado romance de Urbano Viviendo con Mi Jefa Esposa, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Viviendo con Mi Jefa Esposa.
Jeffrey y Jameson se quedaron atónitos por la impresión y siguieron retrocediendo.
Sin embargo, todas las puertas estaban cerradas. Se apoyaron en la puerta del patio y temblaron de miedo, mirando a Dean como si fuera un monstruo.
Dean observó a los cultivadores en el suelo. Hizo una mueca fría y dijo: "¿Se atreven a actuar con arrogancia delante de un cultivador de nivel Santo, miserables cultivadores de nivel Ambiente? Se lo merecían".
Gavin y Sawyer estaban usando toda su energía para luchar contra el efecto marchitado, así que no les sobraba energía para hablar.
Yolanda sintió miedo en ese momento, pero aun así dijo: "¿Qué haces, Leo? No puedes meterte con los Zander".
"Me estoy metiendo contigo ahora mismo. ¿Qué puedes hacer al respecto?". Leo parecía malévolo en ese momento.
Sus malas acciones estaban expuestas, así que no tenía más remedio que matarlos. No era como si no lo hubiera hecho antes.
Jeffrey dijo inmediatamente: "Le pedimos disculpas, Señor Sith. Estábamos diciendo tonterías. Olvidémoslo, ¿de acuerdo?".
"De acuerdo. Cometimos un error. Santino Webb estaba diciendo tonterías y no debimos haberlo escuchado. Te lo entregaremos. ¿Puedes dejarnos ir, por favor?", preguntó Jameson.
Los hermanos por fin se dieron cuenta de la gravedad del asunto.
Leo no tenía piedad y lo acompañaba un cultivador de nivel Santo. Sentían que morirían si la situación empeoraba.
Yolanda finalmente cedió.
No esperaba que Leo se atreviera a intentar asesinarla de nuevo.
Vio lo malvado que era Leo y lo poderoso que era Dean. Temblaba de miedo y no se atrevió a decir ni una palabra más. Solo asintió con la cabeza detrás de sus hijos.
Santino suspiró y dio un paso adelante. Guardó su arma y dijo lentamente: "Todo esto es culpa mía. No debí hablar en su contra, Señor Sith. Estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo. Por favor, deje marchar a los Zander".
Leo soltó una carcajada. Los miró y sacudió la cabeza, diciendo: "A ti si te gusta hacerlo de la forma difícil. ¿Aún esperas que te deje marchar a estas alturas? ¿No eres demasiado ingenuo?".
Harper también se rió por lo bajo.
Pensó que Yolanda era demasiado estúpida e ignorante.
Yolanda y sus hijos empezaron a poner los ojos en blanco debido a la presión espiritual, sintiendo que estaban a punto de desmayarse.
Santino rugió en ese momento para elevar toda su energía espiritual. Corrió hacia Dean. La espada larga que llevaba en la mano emitía una energía de cuchillo de varios metros de longitud. Se podían ver runas mientras lanzaba cuchilladas.
Era la única persona que podía defenderse en ese momento.
Ese fue su ataque definitivo.
Ese ataque contenía toda su energía espiritual, su poder, y la culpa sin fin en su corazón.
El poder de ese ataque era tan bueno como el de un cultivador de nivel máximo de Ambiente. Era su mejor ataque.
Sin embargo, Dean miró con frialdad su ataque y se limitó a chasquear los dedos.
Una bola de energía espiritual gris salió disparada hacia él.
La energía del cuchillo chocó con la energía espiritual gris y se desintegró en la nada.
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