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El dueño de la flauta de hueso debe ser un cultivador también.
El cementerio solía ser un antiguo campo de batalla. Estaba embrujado por innumerables espíritus.
Casi perdió la espalda entonces. Afortunadamente, era un cultivador con habilidades de tipo muerte.
La flauta de hueso era un objeto precioso. Capturó innumerables espíritus con su anterior propietario.
Entrenó duro una vez que adquirió la flauta de hueso y fue capaz de dominarla finalmente.
Había más de diez mil espíritus dentro de la flauta de hueso, así que tenía un ejército interminable a su disposición.
Los espíritus atacaban el alma, por lo que incluso a los cultivadores de nivel santo les resultaba difícil defenderse.
Por eso no tuvo miedo cuando supo que Wilbur era un cultivador de nivel Santo.
La flauta de hueso era su carta de triunfo.
Los Zander estaban aterrorizados y gritaban con todas sus fuerzas.
No podían creer que Dean fuera capaz de invocar fantasmas.
Estaban muertos de miedo, especialmente Yolanda. Se había orinado encima y había caído al suelo.
Wilbur formó una espada larga de plata en su mano cuando Dean invocó a los Espíritus de los No Muertos.
La espada se encendió con llamas plateadas. Aparecieron muchas runas en las llamas mientras la larga espada acuchillaba a los espíritus que se acercaban.
Los espíritus gritaron de horror al tocar el sable plateado y se convirtieron en cenizas y humo.
Wilbur acuchilló a los espíritus que se acercaban con calma, como si fuera un paseo por el parque.
Dean se sorprendió al ver aquello y dijo amenazador: "Veamos cuánto tiempo puedes seguir así. Mis espíritus no tienen fin".
"¿Ah, sí? Veamos cuántos espíritus puedes invocar", dijo Wilbur con una sonrisa. Agitó su espada larga formada a partir de energía espiritual y siguió acuchillando a los espíritus como si Dean fuera una distracción insignificante.
Dean estaba furioso. Siguió inyectando más energía espiritual en la flauta de hueso. Más espíritus salieron corriendo de las nubes y se lanzaron contra Wilbur.
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