Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 827

El conflicto terminaría llegando y Comercio Internacional Everest estaría arruinado si estuvieran involucrados.

Parecía que ya no había forma de hablar con Hannah.

Wilbur se quedó en silencio por un momento antes de decir: "Bueno, entonces Señorita Toya, ¿podrías decirme cómo puedo establecer legalmente mi propia fuerza armada?".

"¿Una fuerza armada legal?". Hannah dejó salir una burla de desdén. "Todas las fuerzas armadas que ves aquí son ilegales, aparte del mismo gobierno. Incluso mi propio equipo de seguridad tiene un límite estricto de personal y armas. Puedes olvidarte de eso".

Wilbur no pudo evitar suspirar.

Ya fuera una fuerza armada o una religión organizada, hacerlo legalmente obviamente era la mejor manera.

Después de todo Wilbur no podía convertir al gobierno local en un enemigo.

Además de eso, existía el riesgo de entrar en conflicto con la Iglesia de los Santos Illuminati, entre otras fuerzas.

Después de pensarlo un poco, Wilbur dijo: "Señorita Toya, ¿dónde debería ir aquí para establecer mi propia religión?".

Hannah lo miró fijamente por un largo rato. "Realmente me gustaría saber qué pasa por esa cabeza tuya. ¿Cabo te envió a bromear?".

Realmente estaba completamente decepcionada con Wilbur.

Ya era bastante malo que no fuera de ayuda, pero también tenía las ideas más locas. Ahí estaba él, intentando iniciar su propia religión.

¿En qué estaba pensando Cabo al enviar a alguien como él?

"No estoy bromeando Señorita Toya", Wilbur dijo con calma.

Hannah respiró hondo. "Ve a la Oficina Religiosa en la Ciudad de Arena Dorada. Aunque es posible que no lo consigas".

"¿Por qué?", Wilbur preguntó.

Hannah resopló. "Este país tiene mil tribus con un millón de religiones, y la mayoría de la gente cree en la Iglesia de los Santos Illuminati. Podrías terminar muerto antes de siquiera poder ver tu religión nacer, y no voy a ser responsable de eso".

"No te preocupes, no necesitaré que seas responsable, pero ¿podrías ponerme en contacto con la persona a cargo de la Oficina Religiosa?", Wilbur preguntó.

No mucho después, se le unieron un hombre gordo de mediana edad y otro hombre.

El gordo miró a Wilbur. Le costó sentarse en una silla antes de decir fríamente: "Tiene diez minutos, Señor Penn, y solo los tiene gracias a la Señorita Toya. Adelante".

Wilbur sonrió antes de mirar al otro hombre que probablemente era el asistente de este tipo. "Me gustaría hablar con usted en privado, Capitán Affie. ¿Le parece bien?".

"¿En privado?." Affie levantó una ceja.

Wilbur asintió.

Affie lo pensó un poco antes de girarse hacia su asistente. "Espérame afuera".

Después que el hombre se fue, Wilbur abrió la maleta que había traído antes de darle la vuelta y entregársela a Affie con una sonrisa. "Me gustaría formar mi propia religión aquí, Capitán Affie. Aquí tiene una muestra de agradecimiento para usted".

La expresión de Affie se cambió a seriedad y cerró la maleta de golpe. "Estoy seguro de que logrará establecer esa religión en poco tiempo, señor".

"¿Podría obtener mi licencia mañana entonces?", Wilbur preguntó, recostándose en su silla con una sonrisa.