Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 895

Christopher quiso darles una paliza cuando vio eso.

Sin embargo, Wilbur intervino y dijo: "Vámonos. Tenemos asuntos que atender".

Christopher lo dejó pasar y siguió a Wilbur hasta el ascensor.

El hombre se rio a carcajadas y preguntó: "¿Qué demonios? ¿Quién se cree que es?".

Wilbur entró en el ascensor y llegaron a la habitación reservada.

Wilbur tuvo que admitir que era más lujosa que cualquier suite presidencial en la que se había alojado.

La habitación tenía un techo de cielo, un baño con spa, muebles de primera categoría y todo tipo de dispositivos de alta gama. Era extremadamente glamurosa.

Wilbur miró a su alrededor y quedó asombrado por las instalaciones.

Sin embargo, pronto se sentó en el sofá y le dijo a Christopher: "Iré directo al grano. Solo te he perdonado la vida porque eres ligeramente útil".

Christopher siguió asintiendo.

"Todos somos cultivadores, así que hablamos con nuestros poderes. Ve y dile a Stiles Dune que yo, Trevor Penn, lucharé contra él. Él tiene que liberar a los rehenes si yo gano y eso será todo. Pagaré cualquier cantidad que pida a cambio de los rehenes si gana, pero tiene que liberarlos de cualquier manera. ¿Me oyes?".

Christopher estaba desconcertado. Wilbur estaba siendo muy razonable.

Stiles tendría que liberar a los rehenes de un modo u otro.

Podría decirse que Wilbur estaba siendo muy cortés con Stiles con este tipo de acuerdo.

Sin embargo, Christopher frunció el ceño y dijo: "Señor Penn, Stiles es el mejor cultivador de nivel Santuario de esta región. Sus hechizos son misteriosos, especialmente su Demonio del Reino. Es más que aterrador. ¿Está seguro de que no quiere reconsiderarlo?".

Francamente, Christopher estaba impresionado con Wilbur.

Sin embargo, Stiles era un cultivador Super Santuario, por lo que no era un oponente fácil de tratar.

No estaba seguro de quién ganaría la batalla.

Wilbur chasqueó los dedos y un rayo de luz plateada se proyectó en la mente de Christopher.

Christopher se sintió mareado al instante.

Wilbur habló despacio: "No te preocupes por eso. Todo lo que tienes que hacer es transmitirle el mensaje. Debe hacer lo que yo diga si acepta la batalla. Lo mataré yo mismo si no está de acuerdo".