Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 919

Las fichas habían sido canjeadas y transferidas a su tarjeta.

Wilbur sonrió y se puso a meditar en su nueva habitación. Mañana iba a enfrentarse a un cultivador de nivel Super Santuario. Tenía que descansar bien.

A altas horas de la noche, Tiff, que había quedado inconsciente, volvió en sí en el sótano. Estaba cubierta de tierra, con el cuerpo lleno de heridas. Su pierna rota era una escena trágica.

Solo podía ver a través de la luz que entraba por la pequeña ventana y se miró la pierna rota con incredulidad.

No podía creer que la trataran así. Hacía un momento se había convertido en millonaria y al instante siguiente la habían arrastrado a un oscuro espacio cerrado.

Soportó el dolor y se arrastró hasta la puerta. Intentó empujarla, pero el hierro parecía estar soldado. Ni siquiera podía moverla.

La ventanita era tan pequeña que ni siquiera un gato podría pasar, y mucho menos ella.

Una profunda sensación de miedo la invadió. Pronto perdió el control y sollozó.

Era una lástima.

El lugar en el que se encontraba estaba hecho específicamente para castigar a los que iban en contra de las reglas del casino. Nadie podía oírla desde el exterior.

En ese momento, era como un animal abandonado y herido, esperando a pudrirse y morir lentamente.

...

Al día siguiente, la pelea entre Stiles Dune y Trevor Penn estaba programada para la tarde, pero el Monte Roma ya estaba lleno de cientos de personas desde la mañana.

En ese momento, los túneles a la montaña habían sido bloqueados por un grupo de guardias. Nadie podía entrar.

A juzgar por el emblema de su uniforme, todos sabían que eran hombres de Stiles.

Ya habían sellado la montaña. Los demás solo tendrían que observar desde abajo. Además, todos sabían que subir a la montaña para ver la lucha era extremadamente peligroso. Las consecuencias de un ataque de un cultivador de nivel Super Santuario podrían hacer que los mataran. Preferían quedarse en la parte de abajo.

Edward y Jesse estaban entre la multitud, charlando entre ellos. Habían negociado con el casino y este había aceptado sus apuestas. Después de todo, el casino también necesitaba obtener beneficios. Además, las posibilidades de que Stiles ganara eran altísimas. No temían que Edward y Jesse perdieran.

Sin embargo, había gente vigilándolos sin que ellos lo supieran.

Sus compañeras seguían de pie junto a ellos con cara de terror. Llevaban ropas largas para cubrir los moratones de sus cuerpos. Edward y Jesse no las golpearon en la cara, por eso se veían normales.