Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 940

"Busco a Zedeck Yonis", dijo Wilbur con indiferencia.

Uno de los hombres se apresuró a preguntar: "¿Y usted es?".

"Wilbur Penn".

"Lo siento, señor Penn. No lo habíamos reconocido, discúlpenos".

Wilbur se rio y dijo: "No pasa nada".

Parecían ser los guardaespaldas de Zedeck.

Sinceramente, era por la ubicación.

El Hotel Seecher era un hotel donde los funcionarios del gobierno se reunían a menudo, así que era básicamente seguro.

Por eso Zedeck solo trajo dos guardaespaldas.

De lo contrario, la seguridad habría sido muy estricta para Zedeck.

Los dos abrieron la puerta a toda prisa. Uno de ellos condujo a Wilbur al interior.

Vio una sala enorme con una decoración maravillosa. El entorno era precioso.

Atravesaron la sala y al fondo había un salón privado.

Allí solo podían entrar las élites de Ciudad Seecher.

La habitación privada número 888 era una habitación que no podía ser reservada por el público en general.

Le abrieron la puerta a Wilbur. Zedeck estaba sentado dentro.

Zedeck se levantó apresuradamente al ver a Wilbur. Le estrechó la mano con entusiasmo y le dijo: "Muchas gracias, señor Penn. Realmente no sé cómo agradecérselo".

"Es usted demasiado cortés. No fue nada", dijo Wilbur humildemente. Entonces, cada uno tomó asiento.

Zedeck sacudió la cabeza y dijo: "No esperaba que resolviera el asunto tan rápidamente. Me ha tranquilizado. De lo contrario, me pregunto cuánto tendría que sufrir por ese asunto".

Zedeck estaba realmente impresionado.

Wilbur solo estuvo en Aroma un par de días, y todos los rehenes habían regresado sanos y salvos.

Según los empleados que había enviado allí para explorar la situación, Wilbur había estado arrasando en Aroma y los lugareños se acobardaban a sus pies.

Zedeck también se sintió conmocionado.

Benjamín lo había hecho posible, así que era normal que apareciera.

También demostraba que Benjamín favorecía a Zedeck.

Benjamín llegó un momento después y los tres se levantaron para recibirlo.

Él los saludó con la mano y los instó a sentarse. El banquete de la tarde había comenzado.

El vino era encantador y la comida deliciosa.

De repente, Wilbur miró a Orin y le preguntó despacio: "¿Conoces a alguien llamado Chagu Law, del Departamento de Comercio?".

"¿Chagu Law?". Orin frunció el ceño y luego sacudió la cabeza.

Francamente, ningún jefe de departamento era tan bueno como para que Orin lo conociera.

Wilbur sonrió y dijo: "Me encontré con él abajo y charlamos un rato. Creo que deberías ir a verlo y ofrecerle un brindis".

Orin se quedó desconcertado.

Se preguntó por qué Wilbur tenía que presentar sus respetos a una persona así.