Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 962

Wilbur replicó fríamente: "Bueno, ¿quién fue el que denunció el caso y de qué se trataba siquiera?".

"Eso no es asunto tuyo", dijo Héctor.

Wilbur hizo una mueca.

El tal Héctor estaba claramente aquí para respaldar al dueño de Tacos de Sal.

¿Qué era esa tontería de investigar un informe? ¿Por qué iba a haber una sola persona aquí para eso?

Qué tontería.

"Te lo advierto, Héctor. Eres miembro del consejo de educación, así que es mejor que actúes con la conciencia tranquila y pura. De lo contrario, podrías arrepentirte", advirtió Wilbur.

La expresión de Héctor se ensombreció. "¿Intentas darme una lección?".

"¿Qué pasa? ¿Estás por encima de eso?". Wilbur miró fríamente a Héctor.

Por alguna razón, el pecho de Héctor pareció tensarse bajo la mirada.

Fingió mantener la calma. "Sal, llama a la policía. Alguien ha irrumpido en la Universidad del Oeste y ha agredido físicamente a una docena de personas, causando una alteración del orden público".

El dueño, Sal, asintió y sacó su teléfono.

Después de hacer una llamada, le sonrió a Wilbur. "Espera a que te arresten, jovencito".

"Oh, estaré esperando. Sin duda habrá una detención. Solo que no estoy tan seguro de a quién se van a llevar", replicó Wilbur con calma.

Héctor frunció el ceño.

Al segundo siguiente, se dirigió a una esquina para hacer una llamada.

"¿Estás seguro de que vamos a estar bien?". Shelby parecía un poco preocupada.

Wilbur sonrió. "No te preocupes. Sería una desgracia para la Ciudad Seecher si ni siquiera pudiera encargarme de algo tan pequeño".

Shelby dejó escapar una pequeña sonrisa.

Efectivamente, aún confiaba en Wilbur.

"¿Ya se lo has explicado? ¿Qué le explicaste exactamente?", preguntó Wilbur fríamente.

"Bueno, era la cabeza de un pato que Shelby confundió con la de una rata", dijo Shia.

"Las tres confirmaron que era la cabeza de una rata, pero aquí estás tú afirmando que es la de un pato. ¿A quién se supone que debo creer entonces?", preguntó Wilbur.

En ese momento, tres policías llegaron a la cantina y saludaron a Shia.

Shia les devolvió el saludo y se volvió hacia Wilbur. "Deberías creer a la universidad por supuesto. De todos modos, hablemos ahora de que has agredido a alguien en el recinto escolar".

Shia dijo las palabras, mirando a los policías a su lado.

"Alguien ha denunciado una agresión aquí. ¿Qué ha pasado?", preguntó uno de los policías.

Wilbur sonrió. "Destrozaron una residencia de estudiantes, amenazaron su seguridad personal e iban a atacarme. Solo me estaba protegiendo".

"¡Eso es ridículo!", dijo enseguida Shia, furioso.