Viviendo con Mi Jefa Esposa romance Capítulo 964

Al fin y al cabo, ellos no eran más que simples policías.

Sin embargo, las personas con las que trataban tenían cierto poder que podía arruinar su carrera como policías con una sola llamada.

De repente, los policías no sabían qué hacer.

Era injusto detener a Wilbur, pero tampoco podían permitirse el lujo de no hacerlo.

Después de pensárselo un poco, uno de los policías suspiró. "Venga con nosotros para la investigación, señor".

Hizo un gesto a sus compañeros para que detuvieran a Wilbur.

Sal, Shia y Héctor sonrieron cruelmente al ver eso.

¿Cómo se atrevía ese cabrón a causarles tantos problemas? Una vez en la cárcel, solo tenían que mover unos cuantos hilos y su vida en prisión sería un infierno seguro.

En cuanto a Shelby y sus amigas, serían aún más fáciles de manejar, ya que estudiaban en esta universidad.

Wilbur se levantó, mirando a su alrededor con frialdad. "No me obligues a ponerte las manos encima".

"¿Amenazar a un agente de policía? ¡Eres realmente otra cosa!", dijo Shia en voz alta.

Sal y Héctor le siguieron la corriente con desprecio.

Las cosas solo mejorarían si el idiota se atreviera a agredir a un agente. Eso le costaría al menos unos cuantos años de cárcel.

Los agentes fruncieron el ceño. "Colabora con nosotros. Llegaremos al fondo del asunto".

"Está bien, alguien vendrá a hacerlo. Solo quiero que hagan bien su trabajo y no se dejen llevar por el camino equivocado", dijo Wilbur mirando a los agentes.

Los agentes se sorprendieron y miraron a Wilbur pensativos.

En ese momento, Shelby, Yasmine y Celine se pusieron en pie. Se acercaron a Wilbur y se colocaron frente a él.

"¡No se lo van a llevar!".

"Solo nos estaba ayudando a buscar justicia. ¿Qué hay de malo con eso?".

"¡Ustedes deberían estar arrestando a ese tipo Sal! ¿Por qué van por Wilbur en su lugar?".

Justo entonces, Shia dijo fríamente: "¿Quién demonios eres? ¿Cómo has entrado en nuestra universidad y por qué estás aquí?".

Faron miró a Shia y soltó una risita. "¿Y quién eres tú? Suenas como la persona que dirige este lugar".

"Soy el decano de esta universidad. ¿Por qué no me dices si eso me basta para dirigir este lugar o no?", replicó Shia con frialdad.

Faron resopló, mirando a Héctor. "¿Y quién es este?".

"El subsecretario de la Oficina Municipal de Educación, el señor Héctor Jotun", espetó Sal con suficiencia.

"Ya veo. ¿Y quién eres tú?", preguntó Faron.

Sal se burló. "Eso no es asunto tuyo. ¿Quién demonios eres tú para hacer tantas preguntas en un sitio como este?".

"¿Qué, esto no es una universidad?", preguntó Faron.

"¡Esta es la Universidad del Oeste! No toleramos tonterías de nadie, y menos de idiotas como tú", dijo Sal con frialdad.