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Volverás a amar... Cuando las cicatrices hayan sanado romance Capítulo 2

--- Ana Teyssier ---

Estoy hecha un mar de lágrimas, no sé qué esté pasando con Diego, pero el cómo me miro, me dolió, sé que no debería sentir eso, pero no puedo borrar lo que siento de un día para otro, sus ojos están cargados de ira, esa mirada me duele. Aunque debo reconocer que, lo que más me dolió fue que me gritara todas esas cosas, más porque a un lado de mí está mi madre.

No sé cómo ni en qué momento, pero, cuando menos me lo imagino, unos fuertes brazos me rodean, ese perfume lo conozco, es… Es… ¡Alexis! Al escuchar cómo grita casi me desvanezco, pero él aprieta el abrazo. Cuando levanto la mirada, dos policías están escoltando a Diego, su nariz sangra debido al golpe que le dio Héctor, mi corazón siento que se me va a salir, ¿Cómo fue que terminé metida en esto?

En menos de lo que imagino, Alexis levanta mi mentón y me ve a los ojos.

- ¿Estás bien? – Pregunta mirándome de una manera que me hace casi caer.

- S… Sí… Sí, estoy… - Digo entre sollozos y muy nerviosa.

- ¡Bien! ¡Vamos! Debes entrar y terminar con toda esta pesadilla, así como has sido fuerte la primera parte, lo debes ser ahora, recuerda que no estás sola, aquí está tu madre, está Héctor y también estoy yo, recuerda… ¡No estás sola! – Dice él y es cuando recuerdo a mi madre quien debe estarse preguntando quién es él.

Entro a la sala de audiencias, esta vez los Sánchez entran y se sientan de lado de las acusadoras, su lado se llena y en el mío solo hay 3 personas, pero mi madre debe colocarse en el área de testigos, así que solo quedan Héctor y Alexis sentados juntos. Aquella escena me hace sentir incómoda, sé que ninguno de los dos sabe que son para mí, pero por alguna razón, no puedo dejar de sentirme rara.

--- Héctor Plourde ---

Al sentarme, es obvio que Alexis queda sentado a un lado mío, es raro, pero lo miro y digo de manera sincera:

- ¡Gracias! Ella necesitaba verte… - Digo mientras extiendo mi mano. – Héctor Plourde.

Él voltea y me mira como si me hubiera crecido el cráneo o si me hubiera salido un tercer ojo.

- ¡Gracias por no dejarla sola! – Responde agradeciendo también. – Alexis Betancourt.

- Ella es importante para mí y no podía dejar que mi familia la hiciera pedazos. – Digo con total sinceridad.

- ¡Ya veo…! – Responde tranquilamente. - Lo del golpe, te prometo que no tendrás consecuencias… - El idiota de tu sobrino lo merecía.

- Aunque las tuviera, no me arrepiento… - Digo tranquilamente.

- Lo del juez fue obra tuya, ¿Estoy en lo correcto? – Pregunta sin voltear a verme.

Sonrío un poco, es claro que esto hombre no es cualquier persona, se claramente que ya me ha investigado y, aunque soy poco conocido en el medio, estaba claro que, sabía mi conexión con el juez Monroy.

- Él es el padre de mis socios, sabía que, si el juez Bríos tomaba el caso, ella estaría perdida, ese hombre es fiel a los Sánchez, así que pedí un favor… - Digo como si se tratase de un secreto.

- ¿Sabes que los favores tarde o temprano se pagan? – Responde con una pregunta más.

- No creo que eso me preocupe mucho… Pero sí, estoy seguro de que un día tendré que pagar el favor…

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