Vuelve a casarse: Su ex esposa multimillonaria romance Capítulo 27

Cuando la amiga de Olivia recuperó el conocimiento, le pidió al mesero que le trajera una toalla.

El jugo de mango en la cara de Olivia corrió por su cuello y empapó su suéter. Olivia se quedó allí, luciendo completamente miserable.

Solo entonces Guadalupe soltó su mano. "Si no quieres seguir avergonzándote, te aconsejo que te vayas ahora".

Los ojos de Olivia estaban rojos de ira, pero cuando vio su cabello y su ropa empapados con jugo de mango, lo único que pudo hacer fue apretar los dientes e irse con su amiga.

Inmediatamente después de que Olivia se fue, Ainoa dijo: "¿Qué le pasa? ¿Está tratando de rociar jugo en las caras de las personas?".

Guadalupe había experimentado esto muchas veces en el pasado. Conocía bien los hábitos de Olivia. Guadalupe miró a Olivia y a su amiga y luego volvió a mirar a Ainoa. "¿Quién podría saberlo?".

La gente de la mesa de al lado filmó todo el asunto. Guadalupe se enteró cuando ella y Ainoa estaban en el club Mónica.

Las luces eran brillantes y la música ensordecedora.

Ainoa miró su teléfono y se rio entre dientes. "¡Oye, Lupe, revisa Twitter! Alguien lo grabó mientras estábamos en el restaurante. ¡Ahora es tendencia!".

Guadalupe levantó las cejas, tomó el teléfono y miró el video.

En el video, Guadalupe reaccionó rápidamente y aventó el jugo de mango en la cara de Olivia.

El clip duraba solo quince segundos, pero estaba claro que Olivia lo hizo primero.

Guadalupe sonrió, "No está mal".

Dijo mientras le devolvía el teléfono a Ainoa. "Diviértete. Me voy a casa".

A diferencia de Ainoa, Guadalupe no era muy aficionada al club. Había estado ocupada con el trabajo últimamente. Además, la música alta hacía que le diera dolor de cabeza.

Ainoa no quería que se fuera. "No te vayas. Acordamos divertirnos. ¿Por qué te quieres ir tan temprano?".

Guadalupe bromeó. "Me temo que mi cara bonita atrae a todos los hombres. Eso no es divertido para ti, ¿verdad?".

Guadalupe sonrió y se despidió de Ainoa. "Adiós".

Ainoa pareció confundida por un momento. No detuvo a Guadalupe por más tiempo.

Ainoa estaba un poco molesta, pero tenía que admitir que Guadalupe era muy hermosa.

Pensando en esto, Ainoa sintió que Guadalupe tenía razón.

El chico tuvo que tomar su teléfono y alejarse.

Justo cuando Guadalupe pensó que se había dado por vencido, el joven se dio la vuelta y preguntó: "Entonces, ¿puedes darme tu número de teléfono?".

Mientras hablaba, el joven miró a Guadalupe con una brillante sonrisa.

Guadalupe se quedó atónita por un momento. Admiraba su perseverancia, así que tomó el teléfono del chico y dejó un número. "Bueno, estudia mucho y lucha por la libertad".

Guadalupe no pudo evitar reírse al decir eso. Se despidió agitando la mano y se fue con su bolso.

El chico estaba completamente hipnotizado por la sonrisa de Guadalupe. Finalmente notó que ella se iba y dijo en voz alta: "Y yo soy Miguel, Miguel Alonso".

Miguel Alonso.

Guadalupe pensó que era un buen nombre.

Miguel sabía que Guadalupe lo estaba rechazando.

Pero era la primera vez que se enamoraba de alguien. No se rendiría fácilmente.